Los coches eléctricos son accesibles pero, ¿y las estaciones de carga?
Para que las personas con discapacidad aprovechen las ventajas de estos vehículos no hay que olvidar el diseño de las electrolineras
4 de mayo de 2022
Carlos Tomasini
Por Carlos Tomasini
Las características de los coches eléctricos, como las facilidades de manejo, empiezan a convertirse en muy buenas opciones para las personas con alguna discapacidad. Sin embargo todavía hay algo que falta desarrollar para que sea una tecnología verdaderamente universal: las estaciones públicas de recarga.
Ya es común ver estas instalaciones en estacionamientos públicos, camellones, bajopuentes y centros comerciales, pero pocos están pensados con opciones de accesibilidad. En países como Estados Unidos, donde crece rápidamente el uso de estos vehículos, todavía no hay lineamientos para que haya infraestructuras como rampas, espacios para una silla de ruedas o, inclusive, alguna facilidad para enchufar los cables al auto con mayor facilidad.
Estos son algunos puntos a considerar en el futuro para los encargados de diseñar las estaciones públicas de recarga de coches eléctricos o electrolineras:
El diseño del espacio
La accesibilidad para personas con limitaciones para caminar o con una silla de ruedas requiere de una cantidad significativa de espacio. Por ello debe existir un área despejada entre el estacionamiento del vehículo y el punto de recarga. La mayoría de los espacios de estacionamiento de vehículos no son lo suficientemente grandes para que las personas con alguna discapacidad puedan maniobrar, haciéndolos inaccesibles para ellas.
Los topes y las banquetas
Muchos puntos de recarga están protegidos con topes de ruedas o pequeñas divisiones, lo que hace que queden fuera del alcance de varias personas.
La interacción con las estaciones de carga
En general, los cables de carga de los coches eléctricos son incómodos y pesados. Los materiales con los que se fabrican se eligen para que tengan mayor durabilidad. Conectarlos a los enchufes es algo engorroso ya que, además, estos últimos normalmente se encuentran en partes poco accesibles del vehículo. Y, al final, todo se agrava con el diseño de las estaciones públicas de recarga.
Las aplicaciones
El funcionamiento de los coches eléctricos, como es el caso de las recargas de combustible, dependen de apps que controlan y monitorean todos los sistemas. Descargar y usar aplicaciones puede ser un verdadero desafío para algunos usuarios. Por ejemplo, las personas con alguna discapacidad relacionada con la visión podrían tener problemas para recargar el vehículo debido a esto.
La proximidad de las instalaciones
En teoría, las instalaciones adicionales –como los baños– deben ubicarse cerca del punto de carga, y la ruta hacia y desde ellas también debe ser clara y directa. Por lo tanto, los diseños de accesibilidad no deben limitarse solo a los puntos de carga en sí.
Seguridad y protección
El tipo adecuado de iluminación y protección contra la intemperie en los puntos de carga es importante para todas las personas, pero muy en especial para las personas con discapacidad.
Todas estas son consideraciones sencillas que deben tomarse en cuenta al momento de diseñar estos servicios.