El coche neerlandés creado para personas con movilidad reducida
Se trata de un modelo concebido para garantizar la movilidad e independencia de las personas con discapacidad y tiene todas las ventajas que podrían pensarse.
11 de enero de 2023
Carlos Tomasini
En Países Bajos, la empresa Waaijenberg Mobiliteit encargó a las universidades de Delft, Eindhoven y Twente una investigación detallada sobre los requisitos para crear un vehículo que garantizara la movilidad y la independencia de las personas con discapacidad motriz. Así nació en 1995 el Canta.
Este pequeño vehículo, cuya velocidad máxima es 45 kilómetros por hora, se puede conducir en casi cualquier lugar y está pensado para personas con movilidad reducida debido a vejez, enfermedad o accidente.
Canta tienen equipamientos como un elevador para silla de ruedas, controles manuales de acelerador y freno, y un asiento de conductor totalmente ajustable y giratorio, además de que puede circular tanto en una ciclovía como en el arroyo vehícular y estacionarse sobre la banqueta.
A primera vista, su diseño exterior es muy parecido a un Fiat o un Mini, y tiene prácticamente las mismas características básicas de un coche: motor, transmisión, techo, ventanas y puertas; pero en realidad el auto creado por este pequeño fabricante de vehículos neerlandés es un microcoche que mide un poco más de un metro de ancho.
Cuando Frank Vermin, propietario de Waaijenberg Mobility, se dio cuenta de que muchos de sus clientes no podían obtener una licencia de conducir debido a su discapacidad, tuvo la idea de desarrollar el Canta, el cual está clasificado como un dispositivo de movilidad, lo que significa que las personas pueden transportarse en él sin necesidad de un permiso especial.
El Canta también tiene versiones personalizables, lo que permite que se adapte a las necesidades de movilidad de una amplia gama de usuarios. Por ejemplo, el Canta 2 Inrijwagen no tiene asientos y se baja para permitir que una silla de ruedas entre por una puerta en la parte trasera. Además, se pueden instalar diferentes tipos de controles de gas o frenos para adaptarse al conductor.
Su precio varía desde los 15 mil 500 euros (unos 324 mil pesos mexicanos) hasta los 23 mil (alrededor de 480 mil pesos), y actualmente ya hay modelos eléctricos disponibles.
Por Carlos Tomasini