Logotipo de Yo También
Radiografía de una persona con Síndrome de Arnold Chiari tipo I.Radiografía de una persona con Síndrome de Arnold Chiari tipo I.

Síndrome de Arnold Chiari: más que la pérdida de la sonrisa

Esta enfermedad rara es causada por una malformación que daña el sistema nervioso con un índice de prevalencia muy pequeño que afecta en mayor medida a las mujeres.

Ícono de calendario

28 de septiembre de 2023

Ícono de autor

Redacción Yo También

El síndrome de Arnold Chiari, también conocido como malformación Chiari, es una patología tan compleja que generalmente supone un cambio físico, social y psicológico que es resumido como «la pérdida de la sonrisa». 

Esta condición, de la que cada 28 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Arnold Chiari, afecta el sistema nervioso con un índice de prevalencia muy pequeño que resulta superior en las mujeres.

Se cree que una de cada 2 mil personas en el mundo tiene esta condición descubierta en 1891 por el médico austríaco Arnold Chiari, que se enmarca dentro de las denominadas enfermedades raras.

Sus síntomas hacen que quien la tiene pierda cierta calidad de vida, llegando incluso a ser incomprendido en su entorno por unas limitaciones que no son físicamente apreciables, por eso se la asocia con la pérdida de la sonrisa.

Tipos de síndrome de Arnold Chiari: ¿cuáles son los más frecuentes?

El Síndrome de Arnold Chiari tipo I se caracteriza por el descenso anormal de las amígdalas cerebelosas al menos 5 milímetros, es decir, el cerebelo no tiene sitio en la cavidad craneal y por tanto tiende a salir hacia el canal de la médula espinal al menos en esa medida. 

La causa que produce esta enfermedad no es conocida, aunque parece que los tejidos que están alrededor del cráneo en su parte posterior se desarrollan poco y la cavidad es un poco más pequeña de lo normal. Se pueden dar varios casos en la misma familia, aunque hasta el momento no se ha podido determinar una causa genética.

Algunos Chiari no manifiestan síntomas, por lo que la enfermedad puede detectarse sólo al realizar pruebas para otras patologías.

Hay que decir que también existen otros tres tipos de Chiari menos frecuentes. Cada uno es una enfermedad diferente, por ejemplo, el tipo II se asocia a la espina bífida.

En el mundo occidental es muy raro este tipo, dado que se suele detectar mediante ecografías y no llegan a término y también por la labor de prevención, ya que durante el embarazo se prescribe el ácido fólico y además se consume habitualmente en muchos productos como los vegetales de hoja verde, el aguacate, los cítricos o las legumbres.

Los síntomas más frecuentes del Síndrome Arnold Chiari

Los síntomas que sí aparecen en algunos pacientes, suelen ser más frecuentes entre los 30 y los 40 años y consisten en:

  • Dolores de cabeza y de cuello que empeoran con la tos, esfuerzo o risa.

  • Problemas de coordinación de manos o piernas.

  • Problemas en la sensibilidad de las extremidades, sobre todo superiores.

En algunos casos, el síndrome de Chiari puede estar asociado con otras malformaciones como la siringomielia (desde un 32 hasta un 70 por ciento de los casos), o  la hidrocefalia (10 por ciento de los casos).

Ambas hacen referencia a un cúmulo de líquido cefalorraquídeo, ya que su circulación por el agujero magno no es correcta. También se pueden producir anomalías vertebrales con escoliosis, fusiones vertebrales, etc.

Diagnóstico para el Síndrome de Arnold Chiari

El diagnóstico se realiza mediante un examen físico del paciente y la realización de una resonancia magnética craneal o cervical que nos indicará si además hay siringomielia o hidrocefalia.

Si la enfermedad no está acompañada de síntomas muy importantes es más difícil de diagnosticar y por eso es muy importante para los neurocirujanos contar con estas técnicas de diagnóstico.

Cómo tratar la malformación de Chiari

El tratamiento consiste en medicación para el dolor y educación de los pacientes en cuanto a su vida, además de analgésicos. En los casos en que la sintomatología es muy intensa y les limita la actividad cotidiana se puede plantear la cirugía.

Los neurocirujanos actúan sobre la zona que no se ha desarrollado de forma natural. Necesitan abrir un espacio para hacer más grande la fosa y que el canal de conexión sea mayor, así consiguen que el líquido cefalorraquídeo pase sin problemas y no se produzcan los acúmulos antes citados.

Te interesa: Síndrome de Angelman podría detectarse ya en recién nacidos Síndrome de Angelman: los síntomas que debes tener en cuenta Un hijo con discapacidad ‘salva’ a uno de los chicos malos de Hollywood