Cinco claves para entender qué es la asistencia sexual
Uno de los debates pendientes es el de la asistencia sexual para personas con discapacidad y son precisamente ellas quienes tienen mucho que decir sobre el tema.
29 de noviembre de 2022
Redacción Yo También
La sexualidad es algo que está presente en todas las personas, es lo que nos permite disfrutar, sentir placer, cariño y amor. Nuestro cuerpo nos permite disfrutar diferentes sensaciones, podemos dar y recibir placer a través de caricias y contacto sexual. Todas las personas tenemos derecho a experiencias sexuales placenteras, satisfactorias y seguras. Sin embargo, esto puede tornarse difícil para algunas personas con discapacidad que tienen limitaciones para acceder a su propio cuerpo o al de otras personas. De ahí la necesidad de brindarles la asistencia necesaria para garantizar este derecho.
1. ¿Qué es la asistencia sexual?
La asistencia sexual es una figura intermedia entre la asistencia personal y el trabajo sexual. La asistencia sexual tiene en común con la asistencia personal que ambas están orientadas a apoyar a las personas que no pueden acceder a su propio cuerpo y, por tanto, se trata de un recurso destinado a favorecer la igualdad de oportunidades. Mientras que, con el trabajo sexual, coincide en que se trata del intercambio de un servicio sexual a cambio de dinero. Por tanto, si bien tiene rasgos en común con ambos servicios, la asistencia sexual es una figura nueva, cuyo rol y tarea es diferente al del asistente personal y al del trabajador sexual.
2. ¿Qué funciones realiza un asistente sexual?
Las funciones que realiza un asistente sexual son diversas y dependen del modelo de asistencia sexual. Existen tres modelos: 1. Terapéutico, 2. Autoerótico y 3. Erótico.
En el modelo terapéutico participan la persona con discapacidad (cliente), un terapeuta y una pareja subrogada. La pareja subrogada se encarga de asesorar, ayudar o facilitar conductas sexuales en el cliente. Esta experiencia terapéutica incluye relajación en pareja y contacto sexual.
Desde el modelo autoerótico el asistente sexual apoya a la persona con discapacidad a practicar con otros o consigo mismo conductas sexuales, pero el asistente sexual no tiene relaciones sexuales con la persona.
En el modelo erótico el asistente sexual sí tiene relaciones sexuales con la persona.
3. ¿A qué personas está dirigida la asistencia sexual?
La asistencia sexual está dirigida a personas que no pueden explorar su cuerpo, masturbarse y realizar algunas prácticas sexuales con otra persona sin el apoyo de alguien. En Japón existe una organización denominada White hands que ofrece el servicio de eyaculación asistida para personas con discapacidades físicas severas. El personal de enfermería se encarga de llevar a cabo esta tarea.
4. ¿Los asistentes sexuales cuentan con formación profesional?
Los asistentes sexuales varían en cuanto a la formación específica que reciben, hay quienes no cuentan con ningún tipo de capacitación, mientras que otros tienen una amplia gama de cursos de formación. Es por ello, que se carece de una definición profesional específica, ya que los modelos teóricos y las prácticas profesionales correspondientes varían entre países. Por ejemplo, en Dinamarca existen programas de formación para trabajadores sociales, quienes se certifican como asesores sexuales.
En los Países Bajos, el “cuidado sexual” se proporciona y se subvenciona en algunas instancias para personas con discapacidad. Del mismo modo, un número creciente de organizaciones privadas en todo el mundo, como Lovegiver en Italia, APPAS (Asociación para la Promoción del Acompañamiento Sexual) en Francia, y Touching Base en Australia, capacitan a las personas para brindar acompañamiento a personas con discapacidad.
5. ¿La asistencia sexual es legal en México?
En México, la asistencia sexual no está regulada, no obstante, hay personas que se dedican a brindar servicios sexuales a las personas con discapacidad, algunas en zonas rojas del país y sin conocimiento de las necesidades de atención que requieren.
En el 2017, se creó el sitio web Tus manos, mis manos con el propósito de que las personas que requieren estos apoyos y quienes los ofrecen, en varios países, incluido México, puedan ponerse en contacto. Ellos consideran que la asistencia sexual es un derecho y debe ser un apoyo para acceder sexualmente al propio cuerpo.
La asistencia sexual debe considerar las características culturales y los marcos normativos de cada país para llevarse a cabo. El debate sobre esta figura continúa entre familiares, cuidadores y personal de salud. Es imprescindible que las voces de las personas con discapacidad se sumen a la discusión y sean ellas quienes elijan de manera libre e informada el uso de estos servicios. Es necesario que el rol de la figura de asistente sexual quede claramente especificado y que este tipo de servicios, sean asequibles y beneficien a las personas que los requieren.
Por Susana Bárcena*
* Susana Xóchitl Bárcena Gaona es doctora en psicología de la Salud por la UNAM, educadora sexual por la Asociación Mexicana de Salud Sexual A.C, miembro del grupo de Investigación en Psicología y Salud Sexual, y profesora en el área de Educación Especial y Rehabilitación de la carrera de Psicología en la FES Iztacala, UNAM e investigadora nacional del Sistema Nacional de Investigadores. Lidera DI Sexualidad, el curso gratuito pensado y planeado para personas con discapacidad intelectual.