Golf adaptado: “El deporte que no discrimina a nadie”, Bernardo García Infante

Fecha de publicación: 08/Diciembre/2025 | Autor: Rafael Rodríguez Salcedo

Bernardo García Infante es un golfista adaptado profesional, con múltiples participaciones en  torneos internacionales, respaldado por patrocinadores reconocidos y rankeado entre los mejores del mundo. Pero llegar ahí le requirió volver a empezar y entender la vida desde un punto en el que jamás imaginó estar.

En entrevista exclusiva para Yo También, Bernardo nos cuenta su historia, sus logros, y lo que viene por delante. Empezando desde el que fue su punto de inflexión:

“Yo tuve un accidente en motocicleta que me quitó de manera permanente el movimiento de mi brazo derecho”, recordó. Aquello ocurrió hace una década, y la injerencia del deporte en su nueva vida tardó en llegar. Antes de ese día, Bernardo ya admiraba el golf: “Siempre tuve ese interés por el golf de lejos, siempre lo vi en televisión y siempre admiré a los grandes referentes”. Sin embargo, tras el accidente cayó en una depresión que lo llevó a aislarse. 

“Te escondes un poco a partir de la discapacidad. Te privas mucho del mundo de afuera, tratas de protegerte como puedes”, confesó. Por un tiempo dejó de hacer actividad física y se concentró en procesar el duelo de perder movilidad en su brazo.

Una nueva realidad, un primer paso

Cuando fue capaz de aceptar su nueva realidad, Bernardo volvió a mirar hacia los deportes. Muchos estaban descartados por una operación en la cabeza que le impedía practicar actividades de contacto. Pero en redes comenzó a ver videos de personas con discapacidades (pcd) similares practicando golf adaptado. Aquello despertó su interés .

Con una red y un espacio en su casa, empezó a entrenar por las noches, después de acostar  a su hijo. “Era el momento de más paz y de más control mental que yo tengo sobre mi situación y sobre mi discapacidad”, contó. Esos momentos donde el tiempo era efímero y hacía “de 100 a 200 bolas” por noche se convirtieron en su motor. 

El nacimiento de una carrera

Con el tiempo, Bernardo se animó a competir de manera oficial en el golf adaptado. En gran medida por el impulso que recibió de la comunidad que conoció en redes sociales. “Ellos me empujaron a mi primer torneo en febrero del año pasado 2024”, recordó. 

Para competir necesitaba un hándicap oficial (puntuación personal oficial para ser posicionado con personas de su nivel en las competencias). Para conseguirla tocó las puertas del Club de Golf México, el cual lo apoyó y de ahí se abrió una relación que se mantiene hasta hoy en día. Su primer torneo fue, ni más ni menos que, un clasificatorio para el Abierto de Estados Unidos. 

Terminó en último lugar —no por un golpe, sino por varios—, pero eso no fue lo que definió la experiencia, sino cómo se sintió durante la competencia. 

“Esa sensación de regresar a algo que me causaba emoción, de ver cómo allá la discapacidad se trata con una normalidad… volví a sonreír de una manera muy diferente… Cuando regresé, dije: ‘esto es lo que quiero hacer el resto de mi vida’”.

Después de ese regreso emocional, Bernardo tomó valor y buscó patrocinadores para poder dedicarse de lleno al deporte. Muchas personas le dijeron que estaba “loco” por querer vivir del golf adaptado, pero Quálitas le dio su primer apoyo sin dudarlo y desde entonces se convirtió en un socio clave de lo que Bernardo define como “sus locuras”. Con el tiempo le seguirían Adidas, Taylor Made, Aeroméxico y Los Azulejos.

“Es el deporte que no discrimina absolutamente a nadie”.

Sobre el golf adaptado Bernardo admira que es un deporte que en sus categorías le abre las puertas a personas con todo tipo de discapacidades. Ha competido con jugadores sin manos, personas que golpean la bola con el cuello, golfistas en sillas adaptadas, deportistas de talla baja y atletas con todo tipo de discapacidad. “La gente cree que juegas bajo condiciones especiales. No hay condiciones especiales”, explicó. Son unos “cracks” mencionó y, en muchos torneos, los ganadores están abajo de par.

Pero más allá del nivel, lo que más lo marcó fue el abrazo de la comunidad internacional. “Aquí en México te sientes discriminado… el mundo real te patea de una manera muy agresiva”, dijo. Con el contexto de los grandes avances y distancia que existe respecto a Estados Unidos y Europa en materia del golf adaptado. 

En cambio, el golf le devolvió esa sensación de pertenencia y normalidad. “El deporte me regresó esas ganas de levantarme y salir adelante”. Sentimiento que se había mermado cuando trató de volver a trabajar después de su accidente, y se encontró con varios obstáculos. 

Abrir espacios en México

Bernardo considera que México está avanzando, aunque todavía lejos de lo que ocurre a nivel internacional. En la Academia Kudos, de Lorena Ochoa, le ofrecen a pcd acercarse al golf. “Si cambias la vida de una persona… una que se mueva del hoyo en el que estaba y salga, es más que suficiente”, señaló sobre los beneficios que puede tener el deporte en alguien que esté en un estancamiento, por algún duelo provocado por una discapacidad adquirida. 

Para él, el siguiente salto requiere un esfuerzo conjunto: federaciones, clubes, marcas, empresas y jugadores. “Tú solo no haces nada”, dijo. Su propuesta es clara: que los clubes permitan que pcd entren al campo aunque sea una vez al bimestre. Eso, dice, sería un punto de partida enorme, puesto que aumentaría su acceso a un deporte que suele ser de las elites. 

También subraya que los atletas con discapacidad necesitan verdadera visibilidad. “Yo no quiero ser un ícono para la gente con discapacidad; quiero ser un ícono para todo el mundo”.

El sueño paralímpico y lo que falta

El golf ya es olímpico, pero el golf adaptado no es paralímpico. Para Bernardo, que pudiera integrarse en un futuro al repertorio de competencias de los Juegos Paralímpicos sería un clímax:

“Sería el clímax de mi carrera… y va a llegar”, aseguró. Para él, el proceso está avanzando porque muchas federaciones y países ya empujan hacia la misma dirección y en otras naciones se está organizando la creación de órganos federativos para poder lograrlo. 

Incorporar el golf adaptado a los Paralímpicos abriría un nuevo nivel de representación y permitiría que más gente pudiera soñar con competir al máximo nivel. Además de que fomentaría a que surjan más apoyos para sus practicantes. 

Desde esa visión, Bernardo insiste en que México debe construir más accesibilidad, más becas, más espacios y más proyectos de desarrollo. No solo para atletas de élite, también para quienes apenas están buscando un refugio emocional, físico o social. El golf adaptado, dice, puede ser ese lugar.

Un momento inolvidable 

En su joven carrera ha habido un momento específico que lo marcó profundamente: su segundo lugar en Pensilvania, hace unos meses. Desde la reflexión y la retrospectiva, Bernardo admitió que mucho tiempo apeló únicamente a su talento y no a la disciplina, pues siempre se le han dado muy bien los deportes y en cierto punto de su juventud creyó que eso le sería suficiente para triunfar. 

Pero eso cambió cuando entró a los torneos profesionales. En esa ocasión —y en algo que cuenta que le aceleró el corazón y de manera muy emotiva— manejó  por su cuenta  3 horas para darse cita en aquella competencia en Estados Unidos, y ahí dijo: “Uno de los mejores golpes que he tenido en mi vida”. El swing que lo llevó a un podió inolvidable. 

Así relató la escena:

“Cuando me iba acercando a esa bola, se me salían las lágrimas… es retrospectiva que haces de donde estabas hace 10 años: tirado en una cama de hospital sin poderte levantar… de repente iba en un viaje que fui solo, que pude viajar solo… regresé, y no solo regresé: regresé mejor que antes del accidente”.

Ese golpe, ese segundo lugar y ese viaje cambiaron la manera en que se veía a sí mismo. A partir de ese día, ya no se acercó a los torneos con la idea de participar, sino con la idea de que podía ganar en realidad. De que debía entrenar y dedicarse con todo para seguir mejorando en el golf adaptado. 

El uso de su voz para llegar a las demás personas 

Bernardo ha aprovechado todo su crecimiento y el apoyo de sus patrocinadores para hacer de sus redes sociales una plataforma para promover el deporte y aquello en lo que cree. En el marco del 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, uno de los mensajes que le gustaría compartir, como persona con una discapacidad adquirida y en colaboración con Quálitas en su campaña de prevención de accidentes, fue: 

“Realmente ser consciente de que cada movimiento que hacemos afuera en un coche, en una moto, en un camión, en es un movimiento que le puede cambiar la vida a alguien, y esa es la responsabilidad que debes de tener”.

También tuvo palabras para invitar a las pcd que no se han animado hacer deporte a probar el golf adaptado: 

“Toma el primer paso. Atrévete. Ese primer paso es el que más miedo nos da… pero no se van a arrepentir”.

Bernardo da clases en la academia Kudos, para pcd de todas las edades. También asegura que si alguien lo quiere buscar él sin duda le responde a quien lo necesite a través de sus redes sociales, las cuales son @bernigolfer en Instagram y TikTok. También tiene un reciente podcast en el canal de YouTube Golf Para Todos. 

Para seguir su futuro y los torneos que tiene en puerta, antes de cerrar el año competirá en un torneo en Valle Escondido —no adaptado— como parte de su preparación mental y competitiva. Su temporada oficial de golf adaptado inicia del 23 al 27 de enero, cuando compita en Palmetto, Florida, en el torneo de la North American One-Armed Golfer Association.

Una editorial para cerrar. Bernardo, durante toda la entrevista me daba respuestas mencionando mi nombre. Un ejercicio de conexión y reconocimiento mutuo con un significado como “estamos ambos aquí y te pongo atención y te cuento mi historia desde mi humanidad”. Un gesto desarrollado por el valor que le da uno a la comunidad.