El proceso de la CNDH: ¿ya cayó en la ilegalidad?
La ley de la CNDH y el Reglamento del Senado no contemplan varias votaciones de la misma terna, menos si no hay empate. Además, el titular debió de haber sido nombrado el 1 de noviembre. Se manejan varios nombres para tratar de lograr un acuerdo de dos terceras partes del Senado Por Katia D’Artigues La […]
6 de noviembre de 2019
Conversa
La ley de la CNDH y el Reglamento del Senado no contemplan varias votaciones de la misma terna, menos si no hay empate. Además, el titular debió de haber sido nombrado el 1 de noviembre. Se manejan varios nombres para tratar de lograr un acuerdo de dos terceras partes del Senado
Por Katia D’Artigues
La decisión sobre quién será la próxima persona titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se encuentra en pausa y quizá hasta en una situación de ilegalidad porque ya violó dos artículos del Reglamento del Senado y dos artículos de la Ley de la misma CNDH.
Tras una doble votación el pasado 31 de octubre, donde ninguno de los integrantes de la terna tuvo dos terceras partes de los votos de los senadores y senadoras presentes, la decisión se pospuso para esta semana. El martes, al no haber nuevamente consensos se volvió a aplazar para este jueves 7 de noviembre.
¿Es ilegal ya la terna? ¿Y el proceso?
Podría haber ya dos violaciones a la Ley de la Comisión de Derechos Humanos y otras dos al Reglamento del Senado.
En el artículo 102 del Reglamento del Senado, referente al voto por cédula, sólo permite que se vuelva a votar si es que hay empate entre personas. Si hay empate, debe votarse en la misma sesión tantas veces sea necesario hasta conseguir la mayoría necesaria. En la sesión del pasado jueves se votó dos veces sin haber empate. La terna debió de haber sido desechada.
En la primera votación, Orozco obtuvo 44 votos; Peimbert, 11; Piedra Ibarra, 59 y hubo cinco abstenciones. En la segunda, Orozco tuvo 3 votos; Peimbert, 48 votos; Piedra, 67 y una abstención. La mayoría calificada implica 85 votos si es que los 128 senadores estuvieran presentes.
Desde antes había una falla: el artículo 186 considera que los dictámenes (en este caso la terna) debió de haberse presentado 24 horas antes de la votación para el análisis de los y las senadoras. No se hizo así. La terna se presentó —o apareció por acuerdo de la Junta de Coordinación política— en sesión de comisiones unidas y se votó el mismo día. Eso, además de que las propias comisiones incumplieron su compromiso de discutir a los perfiles con base a indicadores que ellas propusieron y que no fueron tomados en cuenta.
Luego, hay otras dos consideraciones en el artículo 10 Ter de la Ley de la Comisión Nacional de Derechos Humanos: no se habla de votar varias veces una terna (por lo que también podría considerarse ilegal) aunque sí múltiples ternas hasta alcanzar la votación necesaria. También especifica que el nuevo presidente debe ser designado 10 días hábiles antes de que termine el encargo del saliente. Es decir, debió haber estado listo el nombramiento el 1 de noviembre.
Esto dice el artículo:
*“Artículo 10 Ter. El pleno del Senado o, en su caso, los integrantes de la Comisión Permanente deberán elegir al Presidente de la Comisión Nacional a más tardar diez días hábiles antes de que concluya el periodo del Presidente saliente. *
Si no se reuniera la votación requerida para designar al Presidente, la comisión o comisiones correspondientes deberán presentar una nueva terna, tantas veces como sea necesario para alcanzar la votación requerida”.
La Ley de la CNDH abre la posibilidad de que la persona titular de la CNDH sea nombrado por la Comisión Permanente si no hay periodo ordinario, pero, ¿llegaríamos hasta ahí? El actual periodo ordinario de sesiones termina el 15 de diciembre.
Los actuales candidatos y sus ‘peros’
Morena insiste en apoyar a Rosario Piedra Ibarra, quien es un símbolo. Es hija de Rosario Ibarra de Piedra e integrante del Comité Eureka, organización que lleva décadas de trabajo en el tema de personas desaparecidas. La oposición se niega a que Piedra pase porque fue candidata de Morena. Hay otra razón adicional que surge en los pasillos del Senado: que el Ejército no vería bien su candidatura. El comité Eureka ha sido muy crítico de las fuerzas armadas.
José de Jesús Orozco, por su parte, no tiene el apoyo de Morena. Su papel como integrante del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en el 2006, cuando le éste le dio el triunfo a Felipe Calderón por sobre Andrés Manuel López Obrador lo marca. Para el partido en el poder votar por él no es opción.
El tercero de los candidatos es Arturo Peimbert, ex titular del organismo de derechos humanos de Oaxaca, quien tiene diversos señalamientos de organizaciones de su estado por mal desempeño, pero quizá peor: una acusación por violencia intrafamiliar. Hay hasta un expediente que deja constancia de esto: el 335/2002. Aunque él lo ha desmentido, la sola acusación permea, sobre todo, entre senadoras.
La construcción de acuerdos en el Senado la dificultó más el propio Presidente en la conferencia mañanera del 5 de noviembre cuando a pregunta de un reportero dibujó su preferencia que, para muchas personas en Morena, no es sólo una opinión más.
“Lo que se requiere es que los que tengan a su cargo esta comisión sea gente honesta, independiente, porque es poco lo que ha hecho la Comisión de Derechos Humanos (…) Tiene que ser una institución independiente y con gente con principios y que realmente sienta el dolor que causa la violación de derechos humanos”, dijo primero, en general.
Pero luego le preguntaron expresamente sobre Piedra Ibarra, de la que dijo que contaba con toda su admiración.
“Esta es una decisión que va a tomar el Congreso, el Senado. Pero mi opinión es que no sean sólo profesionales de los derechos humanos, profesionales en el sentido de que estudiaron una maestría, un doctorado en derechos humanos, pero son académicos. Yo prefiero más la gente que ha padecido, que ha sufrido en carne propia de violaciones de derechos humanos, entregarles a ellos la encomienda, porque los que han estado ahí, con todo respeto, que vienen de los institutos jurídicos y currículums, maestrías, seminarios, ¿y cuántos años así?, ¿y qué se ha hecho?”.
¿Y ahora qué sigue?
El proceso sigue a pesar de sus visos de ilegalidad. Si se vota por tercera vez mañana y no se llega a un acuerdo, las comisiones conjuntas de Derechos Humanos y Justicia deberán discutir y votar otra terna (ojalá ahora sí discutan los perfiles con base a sus indicadores) para luego someterla a votación del Pleno. Pero aquí entramos en terrenos inusitados porque nunca se había dado un escenario así. Surgen preguntas: ¿cuántos nombres hay que cambiar para que sea considerada una terna “nueva”? ¿Podría insistir algún partido en repetir a alguna o dos personas? ¿Quién se podría integrar a la terna para buscar un consenso?
Algo es cierto: sin el apoyo de Morena nadie sale. Pero tampoco sin el aval de la oposición, quien tiene, si se mantiene unida, poder de veto.
Suenan algunos nombres que podrían ser considerados por Morena y que tampoco provocan rechazo tajante de la oposición: Rosy Laura Castellanos, Michael Chamberlin, Carlos Pérez Vázquez, Ricardo Bucio y Elizabeth Lara (una propuesta del padre Alejandro Solalinde que cabildeó personalmente en el Senado y con el mismo Presidente).
El periodo del actual ombudsperson termina el 15 de noviembre, así que tendría que ser antes… o nos enfrentaremos a otra situación inédita: que no haya titular de la CNDH por un tiempo.
Si no hay ombudsperson el encargado de despacho sería el primer visitador, Ismael Eslava.