El primer paso hacia el Sistema Nacional de Cuidados ya se dio

Por Katia D’Artigues

Este miércoles 28 de octubre en la mañana, la comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de diputados votó por unanimidad el dictamen que reforma el Artículo 4o. de la Constitución para crear el Sistema Nacional de Cuidados. Como adelantamos aquí la semana pasada, la redacción del párrafo se creó tras contemplar distintas iniciativas de diputadas y un diputado así como puntos de vista de organizaciones de la sociedad civil, incluído Yo También (quien propuso que el sistema nazca, desde la Constitución con la obligación de estar pensado en “diseño universal”, un concepto tomado de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad que es la primera vez que aparecerá textual en la Constitución). El párrafo quedó así:

“Toda persona tiene derecho al cuidado digno que sustente su vida y le otorgue los elementos materiales y simbólicos para vivir en sociedad a lo largo de toda su vida, así como a cuidar. El Estado promoverá la corresponsabilidad entre mujeres y hombres en las actividades de cuidado, así como la libertad que tienen las personas para decidir si adquieren o no como obligación el cuidar a quien lo requiera, y el derecho para decidir la distribución del tiempo propio acorde a sus necesidades e intereses. Para garantizar el derecho al cuidado digno se implementará el sistema nacional de cuidados, que incluye sus dimensiones económica, social, política, cultural y biopsicosocial, así como políticas y servicios públicos con base en diseño universal, ajustes razonables, accesibilidad, pertinencia, suficiencia y calidad. La ley establecerá la concurrencia de la Federación, Entidades Federativas, Municipios y demarcaciones territoriales de la Ciudad de México en el sistema nacional de cuidados. Tendrán prioridad en dicho sistema las personas que requieran cuidados por enfermedad, discapacidad, niñas, niños, adolescentes y personas mayores, quienes vivan en condiciones de extrema pobreza, y las personas que realicen actividades de cuidado de las anteriores sin remuneración alguna”.

La discusión de la sesión se puede ver aquí. 

¿Y ahora qué sigue? 

Tras esta histórica votación, el primer paso hacia la creación de un Sistema que apoyaría a las personas encargadas del cuidado (que por lo general son mujeres y que si cobraran por su trabajo implicaría más del 20% del Producto Interno Bruto), una lucha feminista de larga data,  deberá votarse en el Pleno de la Cámara de diputados. 

Como ya pasó en comisiones por unanimidad es muy probable que ocurra lo mismo en el Pleno. Está programada para votarse -COVID mediante, como todo en este tiempo- , el jueves de la siguiente semana, el 5 de noviembre. 

Tras esto, se iría a comisiones en el Senado y luego se votaría en su Pleno. En cualquiera de estos dos pasos anteriores, podría tener cambios. De ser así regresaría a la Cámara de diputados y el proceso vuelve a comenzar. 

Una vez aprobada por ambas cámaras, dado que es una reforma constitucional, se tendrá que ratificar en la mayoría de los Congresos estatales. Ya después podría promulgarse. 

Y luego la Ley…

A la par, en el Senado ya se realizan desde hace un año estudios y consultas para realizar la Ley sobre el derecho al Cuidado que tiene que nacer de este cambio constitucional. Esta ley ya diría cómo es que debe de garantizarse el derecho a cuidar y ser cuidado de manera digna como está trazado ya en esta minuta de la Cámara de diputados.

Será muy importante que personas con discapacidad y sus organizaciones estén pendientes de cómo se hará este Sistema para garantizar su cuidado digno y con respeto a su capacidad jurídica. La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, que lucha contra una visión asistencialista, no habla de derecho al cuidado sino a la asistencia personal. 

Aunque no llegó a la redacción, Carlos Ríos, de Human Rights Watch, mandó un párrafo de propuesta a la reforma constitucional que habrá que luchar porque se contemple tal cual o en espíritu en la creación del futuro Sistema que dice así:

“El ejercicio del derecho al cuidado se hará con pleno respeto a la voluntad y preferencias de las personas que lo reciben. Las niñas, niños y adolescentes tendrán derecho a manifestar su opinión de acuerdo a su grado de desarrollo”. 

Dado que es una reforma que menciona a personas con discapacidad de manera expresa, queda claro que debe hacerse una consulta sobre el tema.