El futuro de la Cámara de Diputados: casi segura mayoría calificada y número de pcd incierto
Si las proyecciones de resultados difundidas por Gobernación son certeras, ocho curules serían ocupadas por personas con discapacidad, el mismo número que en la anterior legislatura.
24 de julio de 2024
Francisco Javier Munguía
La cuenta regresiva para la instalación de la nueva legislatura, el próximo 1 de septiembre, está en marcha. A poco más de un mes de que la Cámara de Diputados y el Senado de la República arranquen sesiones, el futuro del Poder Legislativo es incierto. Morena y aliados obtuvieron el respaldo de la población con una votación que supera el 50 por ciento, pero esto también los pone en un dilema.
Su aplastante triunfo los ubica como bloque por encima de los límites de representación permitidos por la Constitución, lo que llevó a la oposición a impugnar el resultado y alegar una posible sobrerrepresentación; sin embargo, la ley sólo habla de partidos y no de coaliciones, por lo que será el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación quien resuelva todas las controversias pronto. En tanto, el Instituto Nacional Electoral (INE) está imposibilitado de definir las listas finales de legisladores por partido.
En medio de esta tormenta, hagamos un análisis del posible futuro que se avecina en la Cámara de Diputados.
¿Cuántas personas con discapacidad postuló cada partido?
En esta elección hubo “acciones afirmativas”, que son lugares reservados para grupos históricamente discriminados. Tienen por objetivo garantizar los derechos políticos de poblaciones indígenas, afromexicanas, de la diversidad sexual y de género, migrantes y con discapacidad.
En el proceso electoral 2020-2021, el INE reservó un total de 50 espacios —entre mayoría relativa y representación proporcional— para estos grupos. Sin embargo, en un acuerdo celebrado en septiembre pasado para el proceso 2023-2024, se quiso reducir este piso mínimo, lo que provocó protestas (puedes leer un poco más en Por Más Representación).
Tras meses de activismo y más de 100 recursos judiciales interpuestos por ciudadanos y ciudadanas, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación consideró esto un retroceso, revocó la decisión del INE, que entonces tuvo que ampliar estas acciones afirmativas a 54. Además, por primera vez implementó acciones afirmativas al Senado de la República, con siete espacios para los grupos sociales ya mencionados.
En relación con la discapacidad, los partidos políticos con registro nacional estaban obligados a presentar ocho candidaturas: seis de mayoría relativa -o por voto directo- y dos de representación proporcional -las famosas listas-, éstas últimas en los primeros 10 lugares de las listas plurinominales.
De esa forma se contemplaron 56 candidaturas en total con alguna discapacidad, sin embargo, en la práctica los partidos sólo postularon a 40 personas con esta condición. Movimiento Ciudadano fue el único que cumplió con las fórmulas requeridas.
El PAN postuló a tres candidatos, dos por representación proporcional y uno por mayoría relativa. El PRI candidateó al mismo número de personas bajo los mismos principios. El PRD colocó en listas plurinominales a cuatro personas con discapacidad.
El PT nominó a dos pcd por el principio de representación proporcional. El Verde Ecologista postuló a cinco personas: cuatro por representación proporcional y una de mayoría relativa. Morena destinó dos espacios a pcd por la vía plurinominal.
Movimiento Ciudadano contó con 10 acciones afirmativas para personas con discapacidad: cuatro de representación y seis de mayoría, siendo el único partido que cumplió con las ocho fórmulas solicitadas por el INE (incluso sumó dos) respetando los principios y condiciones contenidas en el acuerdo general.
Además, las coaliciones postularon candidaturas conjuntas de personas con discapacidad. “Fuerza y Corazón por México” (PRI, PAN y PRD) tuvo cinco candidaturas de mayoría relativa, cuatro mujeres y un hombre. Por su parte, “Sigamos Haciendo Historia” (Morena, PT y Verde) destinó seis espacios de mayoría: tres mujeres y tres hombres.
¿Cuántas personas con discapacidad llegarán al Congreso?
Aunque por el debate por la posible sobrerrepresentación aún no hay número definitivo de curules por partido, hay personas candidatas con discapacidad que se alzaron con el triunfo en sus distritos mediante el voto. Se trata de cuatro personas, todas postuladas por Morena y aliados.
El primero es Alejandro Calderón Díaz, diputado electo en el Distrito 10 de Uriangato, Guanajuato. Él se impuso con 110 mil 052 votos y el 53.80 por ciento de las preferencias frente a sus contrincantes. Calderón vive con una discapacidad motriz que le provoca fallos en las articulaciones de manos, tobillos, codos y pies. Su condición es crónico-degenerativa.
Tiene 44 años, es licenciado en informática por el Instituto Tecnológico Superior del Sur de Guanajuato y se ha desempeñado como desarrollador de software en la iniciativa privada.
Le acompaña Carlos Sánchez Barrios, diputado electo por el Distrito 7 de Chilpancingo de los Bravo en Guerrero. El parlamentario logró la reelección. Es licenciado en Ciencias Políticas. Es su cuarta vez como legislador federal. Se desconoce el tipo de discapacidad con la que vive.
También está María del Carmen Nava García, quien se alzó con la victoria al obtener 103 mil 734 votos, equivalentes al 52.59 por ciento de las preferencias. Ella vive con discapacidad motriz y se ha pronunciado a favor de legislar para garantizar el verdadero acceso al empleo de las personas con discapacidad.
Por último, Mónica Herrera Villavicencio, quien también logró reelegirse. Es licenciada en Pedagogía por la Universidad del Golfo de México Norte. Antes de ser diputada no tenía experiencia en un cargo político, aunque trabajó de cerca en la recaudación de fondos para atención especializada de personas con bajos recursos y la recolección de firmas para la construcción del Banco del Bienestar. En la pasada legislatura fue secretaria de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, e integrante de la de Educación, Protección Civil y Prevención de Desastres.
Además, las proyecciones difundidas por la Secretaría de Gobernación —que más abajo detallaremos— permiten dar una idea del número de diputaciones plurinominales que llegarían por partido. De acuerdo con esos datos, cuatro parlamentarios con discapacidad de sumarían a la Cámara: uno de Morena, dos del PAN y uno del PRI.
A todo esto se sumó, en este proceso electoral, que se denunciaron casos de personas candidatas que se asumían con una discapacidad cuando no la tenían, como puedes leer en Es la resistencia de los partidos o el extraño caso de la súbita discapacidad de personas candidatas
Morena ganó por mucho, pero ahora enfrenta el dilema de la “sobrerrepresentación”.
La coalición ‘Sigamos Haciendo Historia’ no solo se hizo de la Presidencia con la mayor cantidad de sufragios registrados para este cargo también se perfila a llevarse la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, lo que le permitiría al bloque oficialista aprobar al menos en esta cámara, reformas constitucionales sin necesidad de diálogo ni negociación con las fuerzas opositoras.
A eso se suma el triunfo en siete de las nueve gubernaturas que estaban en juego, al igual que la mayoría en 27 de las 32 congresos locales, 10 más de los necesarios para ejecutar el “Plan C”: las reformas también necesitan de la aprobación de al menos 17 legislaturas locales.
Ante este panorama, los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano impugnaron el proceso así como su resultado. Argumentan una sobrerrepresentación que los coloca en una posición meramente testimonial, pero, ¿dónde radica el problema y por qué casi dos meses después de la elección aún no conocemos las listas definitivas de diputados electos, incluidos aquellos con discapacidad?
Interpretación constitucional, la clave para definir número de diputaciones por partido
De acuerdo con los cómputos distritales del Instituto Nacional Electoral (INE), la coalición Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ganó en 256 de los 300 distritos electorales por el principio de Mayoría Relativa (voto directo en urnas): 219 en alianza y 37 en los que el partido del presidente López Obrador triunfó en individual.
En porcentajes, este bloque obtuvo el 52.73 por ciento del total de la votación, dato importante para los recursos legales con los que la oposición intenta reducir las curules del oficialismo. A los 256 diputados que le corresponden a Morena y aliados de forma natural, se suman los de representación proporcional, que se asignan acorde a fórmulas contenidas en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la votación nacional por partido y la votación por partido en cada una de las cinco circunscripciones en las que se divide el país en materia electoral.
¿Cuántos diputados en total tendrían Morena y aliados?
Según el conteo rápido del INE, cuya certeza estadística es de 95 por ciento, Morena y aliados se perfilan a tener entre 346 y 380 curules.
Por su parte, la secretaria de Gobernación, María Luisa Alcalde, presentó el 6 de junio en conferencia de prensa desde Palacio Nacional una proyección con datos preliminares de cómo quedaría conformado el Congreso. Cabe resaltar que dicho anuncio vulnera los principios de autonomía y parcialidad con los que el INE opera.
En esta conferencia, Alcalde aseguró que Morena tendría 247 diputaciones, el PT 50 y el Verde 75: 372 espacios en total, que representan el 74.4 por ciento de la Cámara de Diputados.
El PAN tendría 70 diputados, el PRI 33 y PRD uno (aunque todo apunta a que perderá el registro): 104 curules. Movimiento Ciudadano se quedaría con 23 diputaciones.
Entonces, ¿cuál es el problema?
Tras las reformas políticas de 1996, la Constitución indica en su artículo 54 que “ningún partido político podrá contar con más de 300 diputaciones por ambos principios”, es decir, los de distritos electorales ganados en urnas más el número de plurinominales asignados por fórmula.
Además, para garantizar la pluralidad y real representación de las “minorías”, existe un segundo candado que busca el diálogo entre las diferentes fuerzas para la construcción de proyectos: ningún partido puede contar con un total de diputados que represente un porcentaje de la cámara mayor a ocho puntos de lo ganado en comicios. Si Morena y aliados suman el 52.73 por ciento de la votación, deberían tener 60.73 por ciento de los representantes de esta Cámara y no el 74.4 por ciento y 372 diputados y diputadas.
Esto es lo que aseguran los partidos de oposición, pero la Carta Magna refiere exclusivamente en todo el texto a “partido político”, no coalición o alianza. En estricto sentido, ninguno de los tres partidos que conforman ese bloque supera en individual los topes de representación.
Ante un dilema que descansa únicamente en la aplicación de un concepto, será el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación quien deba interpretar la ley y en su caso determinar la validez o invalidez del escenario. El órgano debe resolver todas las impugnaciones, y hasta que éstas sean agotadas el INE podrá finalmente asignar diputaciones, entre ellas las de personas con discapacidad que podrían llegar.
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