Ni más medicamentos ni más presupuesto para salud mental
Las personas que necesitan medicamentos psiquiátricos enfrentan más desabasto que los que tienen otras condiciones de salud.
17 de octubre de 2023
Katia D'Artigues
La pandemia de Covid-19 trajo grandes cambios a la vida de toda la población: si bien hay ventajas como la aceptación de trabajar desde casa (home office), también se dio un incremento mundial en condiciones de salud mental. Si a esto sumamos que en México, por decisiones de política pública, se incrementó el desabasto de medicamentos psiquiátricos y ahora se plantea una reducción del presupuesto en el tema, el panorama es preocupante.
Son las personas que viven con alguna condición de salud mental o con discapacidad psicosocial, si así deciden auto adscribirse, unas de las más afectadas. Enfrentan insuficiencia de medicamentos o de plano desabasto de las medicinas que necesitan para estabilizarse, con condiciones que pueden ir desde depresión y ansiedad hasta esquizofrenia.
Aunado a esto hay dos datos más que preocupan para nuestro país:
Que los reportes por la falta de medicamentos psiquiátricos creció este año hasta alcanzar el 42 por ciento de todos los reportes de un colectivo dedicado al tema, Cero Desabasto.
También que, pese a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la ONU, que insisten en que hay que incrementar la inversión en salud mental, la propuesta del gobierno federal para el presupuesto para 2024 no lo aumentó, sino que lo disminuyó en 38 por ciento con respecto a este año, según un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) publicado este pasado 10 de octubre y que se llama “Presupuesto para salud mental, un derecho humano universal”.
Medicamentos para mentes libres: un colectivo para exigir derechos.
En entrevista con Yo También, Elías Téllez, cofundador del colectivo Medicamentos para Mentes Libres, que se organizó este año primero ante el cierre temporal de una farmacéutica mexicana y luego para exigir su derecho a medicinas, explica que pese a liberaciones de varias sustancias para tratar estas afecciones, sigue habiendo un fuerte problema de desabasto en muchos estados del país.
“En el 2023 los pacientes con condiciones psiquiátricas ocuparon el primer lugar de reportes de desabastos por encima de pacientes de cáncer”, dijo Frida Romay, co-coordinadora de Cero Desabasto.
Uno de los principales faltantes es el Adepsique, fabricado exclusivamente por Psicofarma y que se usa en el tratamiento de depresión con ansiedad. “Es una fórmula de tres sustancias activas que nadie más en el mundo produce”, señala Téllez.
Señalan que Psicofarma sí vende por separado los medicamentos que incluyen las tres sustancias activas de Adepsique, por lo que las personas están comprándolos de esta forma para no suspender su tratamiento, aunque esto representa un golpe a su economía.
“Tenemos más o menos dos meses que la gente, los pacientes y familiares tienen que andar buscando los medicamentos; tenemos problemas de desabasto en Chiapas, Zacatecas, Ciudad Juárez… De repente encuentran, de repente no”, abunda Téllez.
La razón principal habría sido, en un principio, una inhabilitación de Cofepris hacia Psicofarma y específicamente hacia el Adepsique, aunque señalan que hubo un procedimiento “bastante extraño”, ya que no quitaron ningún registro sanitario ni se destruyeron lotes de medicamentos.
Ante esta situación, los miembros del grupo se han amparado, consideraron presentar quejas en la Comisión Nacional de Derechos Humanos e incluso escribir a la Organización Mundial de la Salud, pero sin respuestas completamente satisfactorias.
Téllez tuvo éxito y gracias a una suspensión, su hospital está obligado a darle su medicamento, pero no ha sido el mismo caso para todos: “En el Estado de México, una compañera que necesita clozapina para su hermano con esquizofrenia metió un amparo; se hicieron bolas y el hospital dijo que no tenía el medicamento”.
Gracias a la asesoría de Cero Desabasto, ahora saben que el Estado está obligado a dar la medicina necesaria, pero en el caso del Adepsique no es así: no es un medicamento que den en el IMSS, el ISSSTE o en alguna institución pública estatal.
Las personas que necesitan este tipo de medicamentos se enfrentan a dos problemas, que aunque suenan parecidos, tienen diferencias: el desabasto y la insuficiencia.
“El desabasto es cuando no hay medicamento y ni hospital ni oficialía saben qué hacer”, explica María Luisa Magdaleno, del Comité de organización del colectivo Medicamentos para Mentes Libres. Comenta que en esos casos, incluso con un amparo, es difícil obtener la medicina si simplemente no hay existencias.
La insuficiencia, en cambio, es cuando el suministro es irregular. En ocasiones se encuentra, en otras no, lo que altera los tratamientos de las personas, como su hermano, Alan, quien vive con esquizofrenia y necesita clozapina.
“Ya tenía siete meses con desabasto, empieza a llegar cuando se liberan los sellos, llega al centro del país, pero no llega ni al norte ni al sur. Esta semana nos avisan que en Ciudad de México y Michoacán ya no hay”, explica.
María Luisa adquiría la clozapina a través del sector privado, pero tras las declaraciones del subsecretario de Salud Hugo López-Gatell de que sí había en el sector público, sacó cita en el Seguro Social para que su hermano tuviera su medicina. “El primer mes resulta que sí hubo, segundo mes ya no hay, tercer mes ya no hay, y este mes ya no fui”.
Salud Mental: el riesgo de suspender tratamientos
Los medicamentos psiquiátricos no pueden suspenderse sin consecuencias graves. Dejar los tratamientos de golpe no está recomendado de manera médica, tiene que hacerse paulatinamente y peor aún: puede borrar los avances que se hayan tenido y reducir drásticamente la calidad de vida de los pacientes.
“Tienes una estabilidad por 15 años, entonces un día llegas a la farmacia y te dicen ‘está agotado’. Me ha llegado a faltar el medicamento por falta de dinero o porque ya era muy tarde en la farmacia y empiezas a sentir el famoso síndrome de retiro de los medicamentos psiquiátricos. No se pueden retirar de tajo, de golpe, porque la sintomatología que presentas es muy fuerte”, explica Elías.
El cuerpo reacciona con náuseas, palpitaciones, insomnio y ataques de pánico. Sin mencionar que a veces todo el esfuerzo, tiempo y dinero invertidos en un tratamiento “se cae por completo”.
Elías pone como ejemplo el caso de Jordi, hermano de una integrante del colectivo, quien terminó en el hospital tras una crisis y estuvo internado por cuatro meses debido a la falta de su medicamento. “Ya tiene daño irreversible”, cuenta con respecto a este joven que también vive con esquizofrenia.
“Se está recuperando de manera favorable, pero muchos de nosotros pudimos haber sido él”, reflexiona Téllez. “Me parece increíble que por decisiones políticas, sin planeación, destruyan lo que tanto costó para llegar a esa estabilidad. Llegar a esa estabilidad cuesta mucho”.
Cero Desabasto: quiénes son y sus cifras
Cero Desabasto, impulsado por Nosotrxs, es un colectivo de 114 organizaciones con representación en Baja California, San Luis Potosí, Hidalgo, Nuevo León, Aguascalientes, Morelos, Oaxaca, Jalisco, Tamaulipas, Campeche, Puebla, Chihuahua y el Estado de México.
Reúne a pacientes, familiares de pacientes, médicos, organizaciones, académicos y autoridades en la búsqueda de lograr el acceso a medicamentos e insumos con el fin de garantizar el derecho a la salud.
El colectivo documenta los casos de desabastos, recaba quejas de los mismos, pide información pública y elabora informes sobre el tema desde hace cuatro años, en 2019.
De acuerdo con sus datos, la falta de medicamentos en general alcanzó un pico grave durante el momento más fuerte de la pandemia en 2021 y ha ido decreciendo en los últimos dos años, pero los casos de desabasto en medicina para personas con condiciones de salud mental se ha incrementado.
En 2020, hubo 2 mil 836 reportes de desabasto, de los 198 eran relacionados a salud mental; en 2021, se registraron 3 mil 732 reportes con 303 ligados a la salud mental. Para 2022, los reportes se redujeron a mil 461 y 203 tenían que ver con salud mental.
Pero este 2023, los reportes totales son de mil 185 de los cuales 507, casi la mitad, están ligados a la salud mental.
Los medicamentos y sustancias con más desabasto son Metilfenidato, Clozapina, Risperidona, Ampitriplina y Clonazepam, entre otros, cuya ausencia se registra tanto en el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud y servicios privados.
Con un presupuesto similar al 2016
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que el 34 por ciento de las enfermedades en la región se relacionan a temas de salud mental. La condición más frecuente es la depresión y, en segundo lugar, la ansiedad.
En México se ha documentado que el 19 por ciento de las enfermedades reportadas tienen que ver con la salud mental.
Según un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) mientras países de similar ingreso a México aumentaron hasta 5 por ciento su gasto en salud mental, en México se proyecta una inversión estimada en 1.3 por ciento, similar al de 2016: un recorte de 38 por ciento, equivalentes a mil 345 millones de pesos menos que para 2023.
*Con la colaboración de Víctor Méndez
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