La huella del Covid-19 en la salud mental: más del 80 por ciento no recibió tratamiento en condiciones graves
Un nuevo informe de la OPS reveló los estragos de la pandemia en la salud mental y los datos que deben ser prioridad para la agenda pública los próximos años.
9 de octubre de 2023
Redacción Yo También
Durante 2020 en la región de las Américas, más del 80 por ciento de las personas con una enfermedad mental grave no recibió tratamiento, de acuerdo con cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El dato muestra cómo en la región existen grandes rezagos en lo que a salud mental se refiere, entre ellos la poca inversión en la materia (con apenas un 3 por ciento de los presupuestos sanitarios destinados a la salud mental), dependencia de hospitalización de larga duración, escasez de personal capacitado en salud mental y acceso reducido a servicios, de acuerdo con declaraciones de Jarbas Barbosa, director de la OPS en junio pasado.
La salud mental en América
A propósito del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora el 10 de octubre, presentamos algunos datos sobre el panorama en la región de las Américas:
Enfermedades mentales, neurológicas, consumo de sustancias y suicidio son responsables de casi un tercio de todos los años vividos con discapacidad (AVD) y una quinta parte de los años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD).
La tercera y cuarta causa de discapacidad son trastornos depresivos y de ansiedad, respectivamente.
El 5.5 por ciento de todas las muertes en la región se deben al alcohol y la región es la segunda con mayor consumo en el mundo.
Cada año, casi 100 mil personas cometen suicidio.
Entre 2000 y 2019, la tasa regional de suicidio ajustada por edad aumentó un 17 por ciento.
Ocho de cada 10 personas con una enfermedad mental grave no reciben tratamiento.
Durante la pandemia de Covid-19, específicamente en 2020, los trastornos depresivos graves aumentaron un 35 por ciento, mientras que los trastornos de ansiedad lo hicieron en un 32 por ciento.
También en 2020, 65 por ciento de los países de la región reportaron interrupciones en sus servicios esenciales de salud mental y consumo de sustancias, la cifra disminuyó a 14 por ciento para principios de 2023.
La prioridad de la salud mental
El panorama ha causado que la OPS haga un llamado a que la salud mental tenga un lugar prioritario en la agenda pública de la región, especialmente por el agravamiento posterior a la pandemia de Covid-19.
Un informe de la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y Covid-19 ofreció 10 recomendaciones para mejorar la atención en la materia:
1. Elevar la salud mental a nivel nacional y supranacional.
2. Integrar la salud mental en todas las políticas.
3. Aumentar la cantidad y mejorar la calidad del financiamiento para la salud mental.
4. Garantizar los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental.
5. Promover y proteger la salud mental a lo largo de toda la vida.
6. Mejorar y ampliar los servicios y la atención de salud mental a nivel comunitario.
7. Fortalecer la prevención del suicidio.
8. Adoptar un enfoque transformador frente a las cuestiones de género en pro de la salud mental.
9. Abordar el racismo y la discriminación racial como determinantes de la salud mental.
10. Mejorar los datos y las investigaciones sobre la salud mental.
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