Conoce la nueva resolución sobre salud mental aprobada por la ONU e impulsada por México
A propuesta de México, la ONU aprueba una resolución sobre salud mental que busca que los Estados Miembros garanticen servicios de salud y apoyo psicosocial de manera incluyente.
28 de junio de 2023
Itzel Ramírez
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas aprobó el 26 de junio una resolución que, impulsada por México, busca que la salud mental y el apoyo psicosocial formen parte de los sistemas sanitarios universales.
Durante la presentación ante la asamblea, Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la ONU, dijo que el objetivo de la resolución es “dejar constancia explícita de la importancia que tiene garantizar el acceso a los servicios de salud mental y el apoyo psicosocial de una manera incluyente”.
En su intervención, que puede ser vista aquí, De la Fuente resaltó que al reconocer la importancia de la salud mental se reconoce también la dignidad y el bienestar integral al que tienen derecho todas las personas.
“Por primera vez en su historia la Asamblea General de la ONU 🇺🇳 adopta una resolución sobre protección a la Salud Mental. Fue presentada por México y se aprobó por unanimidad”
Fue presentada por Juan Ramón de la Fuente pic.twitter.com/uH6AelsbHz
— Yo También (@YoTambien) June 28, 2023
Igualmente, el embajador reconoció que hay diferentes posiciones en cuanto a cómo se entienden conceptos como la salud mental o las discapacidades psicosociales, aunque hay consenso en la importancia de estos temas en la agenda de la ONU y que la perspectiva médica y de derechos humanos no son excluyentes para abordar la salud mental.
“Conviene mencionar que no todas las condiciones mentales causan alguna discapacidad y ciertamente, el acceso a servicios de apoyo psicosocial, a servicios comunitarios, el apoyo de los pares y en ocasiones, el uso de medicamentos seguros y eficaces, permiten que las personas se desempeñen de manera igualitaria, activa y participativa en la sociedad”, continuó el funcionario mexicano en la presentación del documento, que fue aceptado por unanimidad.
Eliminar estigmas, exclusión social y discriminación
La resolución A/77/L.77 fue impulsada por México y apoyada por las delegaciones de Argentina, Canadá, Israel, Japón y Marruecos y reconoce que la salud mental debe ser parte de la cobertura universal y básica de los servicios de salud dentro de los Estados Miembros, para lo que establece 25 puntos.
Dentro de los considerandos, el documento reconoce que la salud mental y el bienestar no están definidos por la falta de problemas mentales, sino “por un entorno que permita a las personas vivir una vida en la que se respete su dignidad inherente y puedan disfrutar plenamente de sus derechos humanos y tratar de desarrollar su potencial en igualdad de condiciones con las demás”.
Además señala que las personas con discapacidades psicosociales suelen ser objeto de estigmatización, exclusión social y discriminación.
A continuación resumimos las acciones contempladas en la resolución, que está disponible en seis idiomas y puede ser consultada en línea.
Asimismo, apunta que es importante que se procure la salud mental y desarrollo psicosocial en infancia y juventud, pues de lo contrario se limitan las oportunidades de este sector de la población.
La resolución a detalle
– Insta a Estados Miembros a que promuevan y mejoren servicios de salud mental como componente esencial de la cobertura sanitaria universal, por ejemplo, con la integración de perspectiva de derechos humanos en servicios de salud mental.
– Alienta a que se incorporen las necesidades de salud mental y apoyo psicosocial en planes de respuesta a situaciones de emergencia y que traten el trauma psicológico que causan desastres y conflictos armados.
– Reafirma la importancia del papel preponderante de los gobiernos en el logro de la cobertura sanitaria universal, de los que los servicios de salud mental son un elemento esencial.
– Exhorta a los Estados Miembros a invertir en iniciativas locales y comunitarias para que estén preparadas para necesidades psicosociales y de salud mental.
– Exhorta a los Estados Miembros a dar recursos suficientes, previsibles y sostenibles para la prevención y promoción de salud mental.
– Solicita a los Estados Miembros que refuercen la cooperación internacional para financiar capacidades para los sistemas de salud de países en desarrollo.
– Reconoce la necesidad de ayudar a los países en desarrollo para desarrollar capacidades locales y crear competencias en materia de salud, así como las desigualdades de acceso a algunos productos sanitarios por sus precios elevados.
– Insta a los Estados Miembros a que promuevan un cambio de paradigma sobre la salud mental, promoviendo que se respeten y protejan los derechos humanos y la autonomía de las personas.
– Insta a los Estados Miembros, a la ONU y a organizaciones humanitarias a que redoblen esfuerzos para financiar y dar servicios de salud mental y apoyo psicosocial de calidad,
– Alienta a los Estados Miembros a que trabajen para que hacia 2030 la salud mental sea un componente esencial de la cobertura sanitaria universal en la atención primaria.
– Exhorta a los Estados Miembros a que promuevan la salud mental como componente esencial de la cobertura sanitaria universal en el contexto del próximo 78º periodo de sesiones de la Asamblea General.
– Exhorta a los Estados Miembros a promover la cooperación internacional para compartir conocimientos, experiencias, prácticas, políticas, planes y leyes en materia de salud mental en consonancia con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
– Exhorta a los Estados Miembros a que adopten medidas necesarias para garantizar que los servicios de salud mental sean prestados por personal de salud sobre la base del consentimiento libre e informado y sin potenciar estigmas, prejuicios ni capacitismo.
– Alienta a los Estados Miembros a que promuevan la contratación y retención de trabajadores sanitarios competentes y cualificados y que su distribución sea equitativa, especialmente en zonas rurales, de difícil acceso y desatendidas.
– Invita a los Estados Miembros a que apliquen medidas para mejorar la salud mental y el bienestar, integrando servicios especializados en las políticas nacionales de salud pública.
– Insta a los Estados Miembros a que aborden condiciones determinantes sociales, económicas y ambientales de la salud – incluida la salud mental- y que afronten obstáculos como falta de oportunidades económicas, inversión insuficiente, pobreza, desigualdades, entre otras, que dificultan el goce de los derechos humanos.
– Insta a que se adopten estrategias para prevenir depresión y suicidio, particularmente en los adolescentes “entre quienes el suicidio es una de las principales causas de muerte en el contexto de la salud mental”.
– Insta a los Estados a que capaciten a su personal de salud, profesionales de salud mental, sociedad civil y otros actores clave para que los conocimientos y competencias para promover cambios sobre salud mental estén alineados con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
– Alienta a la promoción de la participación efectiva y plena de personas con discapacidades psicosociales y de las organizaciones que las representan, en la elaboración de leyes, políticas, investigaciones y programas relacionados con el disfrute del más alto nivel posible de la salud física y mental.
– Alienta a los Estados Miembros a que coordinen la estrategia destinada a la promoción de la salud mental de progenitores y cuidadores primarios mediante la atención prenatal y postnatal en el hogar, así como en los centros de salud para madres primerizas, programas de primera infancia centrados en el desarrollo cognitivo, sensoriomotor y psicosocial de niñas y niños.
– Insta a Estados Miembros a que conciban programas escolares destinados a promover la salud mental y el bienestar, incluidos aquellos pensados en contrarrestar el acoso y la violencia tanto en línea como fuera de ella.
– Insta a los Estados Miembros a que fortalezcan los sistemas de información sobre salud, la capacidad en materia de datos y la integración de salud mental en ellos, además de la utilización de datos básicos sobre salud mental desglosados en función de ingreso, sexo, edad, raza, etnia, situación migratoria, discapacidad, ubicación geográfica, entre otras características, y aborde datos sobre suicidios consumados e intento de suicidios.
– Alienta a los Estados Miembros a que mejoren la capacidad de investigación y la colaboración académica sobre salud mental, especialmente en aquellas investigaciones que tengan una utilidad clara para instituir servicios de salud mental y apoyo psicosocial.
– Exhorta a los Estados Miembros a que fortalezcan conocimientos y competencias del personal de salud general y especializado que presten servicios de salud mental y apoyo psicosocial.
– Solicita al Secretario General de la ONU que en el 80º periodo de sesiones presente un informe sobre los progresos en la aplicación de la resolución, en consulta con Estados Miembros y en colaboración con la Organización Mundial de la Salud y otros organismos competentes.
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