Elecciones 2023: la discapacidad al margen
Coahuila y Estado de México suman más de tres millones de personas con discapacidad, sin embargo, el tema de la discapacidad estuvo ausente de debates y propuestas de las campañas.
2 de junio de 2023
Itzel Ramírez
Aun cuando Coahuila y el Estado de México tienen en conjunto una población de más de tres millones de personas con discapacidad, el tema estuvo ausente de debates y propuestas en las campañas de quienes buscan gobernar esas entidades, que tendrán elecciones este domingo.
En Coahuila, donde además se elegirá al congreso local, los partidos políticos llegaron al extremo de no postular a ningún candidato con discapacidad en los espacios reservados para grupos vulnerables, una decisión preocupante por cuanto puede marcar la pauta para otros procesos electorales, consideró Óscar Daniel Rodríguez, consejero del Instituto Electoral de la entidad.
Un análisis realizado por Yo También a las propuestas que candidatas y candidatos en las plataformas Conóceles, habilitadas tanto para Coahuila como para Edomex muestra cómo sin importar las siglas que les postularon, ni su experiencia pública previa, la discapacidad fue apenas mencionada -sin detalle ni claridad en las formas- solamente en algunas de las propuestas.
La entidad con más pcd, pero sin planes para su atención
El Estado de México es la entidad con más personas con discapacidad o limitación en todo el país, con un total de dos millones 786 mil 679 de habitantes que tienen alguna condición discapacitante, de acuerdo con los datos del Censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Si el número de pcd no motivó a que alguna de las dos candidatas a la gubernatura hablara más de unos segundos sobre discapacidad durante el segundo debate, tampoco hizo que presentaran algún programa o plan integral sobre cómo abordar las necesidades de esta población, ello a pesar de las trayectorias de las aspirantes: una exsecretaria estatal de Desarrollo Social y la otra exsecretaria de Educación Pública federal.
En el sitio Conóceles para la elección del Estado de México se aprecia que la candidata Alejandra del Moral no mencionó la palabra discapacidad ni una sola vez en sus propuestas.
La aspirante de la coalición de Partido Revolucionario Institucional-Partido Acción Nacional-Partido de la Revolución Democrática y Nueva Alianza solo se refirió a la creación de un sistema integral de cuidados, aunque sin enfoque especial en discapacidad.
“Crearé un Sistema Integral de Cuidados: Reconoceremos y valoraremos el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado de las mujeres, mediante servicios públicos, infraestructura y políticas de protección social, sensibilizando a empleadores sobre la incorporación de trabajadoras del hogar al IMSS”, prometió Del Moral.
Delfina Gómez Álvarez de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México, tampoco dedicó ni una línea de sus propuestas de campaña a temas de discapacidad e inclusión.
La extitular de la SEP solamente presumió que como senadora presentó una iniciativa de reforma a la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, con la intención de establecer un mínimo de ajustes razonables que garanticen ciertos derechos a este segmento, aunque no dijo si dicha propuesta fue aprobada e implementada.
Coahuila, ni propuesta ni representación
La situación no mejoró en Coahuila, donde viven 454 mil 870 personas con alguna discapacidad, condición mental o limitación, como indicaron los datos del Inegi.
En la página Conóceles, creada especialmente para esta elección, se consultaron las propuestas de los cuatro candidatos a la gubernatura.
Aunque Manolo Jiménez Salinas, impulsado por los partidos PAN, PRI, PRD, sí prometió atender a las pcd, lo hizo en una propuesta sin decir cómo o cuándo, sino únicamente en términos generales.
“Fomentaremos la solidaridad y empatía con nuestra gente vulnerable. Impulsaremos más programas sociales estatales y federales para los adultos mayores, personas con discapacidad y madres solteras. Los comedores comunitarios abrirán secciones de estancia para adultos mayores. Fomentaremos programas de capacitación y formación para personas con discapacidad y así facilitar su acceso al mercado laboral”, dijo Jiménez a la plataforma.
Ahí mismo puso un vínculo, incorrecto, para consultar más información sobre la estrategia para grupos vulnerables. Sin embargo, al revisar la liga que corresponde a la plataforma de campaña del candidato se aprecia que la información es incluso menor.
“Habrá una tarjeta de salud popular para que adultos mayores y otros grupos vulnerables tengan consultas, medicamentos y estudios gratuitos”, prometió Jiménez, quien no especificó cuál será la diferencia con los programas estatales y federales que ya existen.
Santana Armando Guadiana Tijerina, impulsado por Morena, no hizo una sola mención a la discapacidad, solamente dijo que el 30 por ciento de su gabinete estaría “conformado por grupos vulnerables”.
En el caso del exsubsecretario Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja, postulado por el Partido del Trabajo -que en días recientes le retiró su respaldo-, tampoco hubo referencia a la discapacidad. Solo prometió emprender “campañas para prevenir el suicidio, aperturando puntes (sic) de comunicación con especialistas que ayuden a las personas en situación de vulnerabilidad a superar las dificultades a que se estén enfrentando.”
En el caso de Evaristo Lenin Pérez Rivera, postulado por UDC y PVEM (que también recientemente le quitó su apoyo), no hubo ninguna propuesta para grupos vulnerables.
El electorado de Coahuila elegirá además de gobernador a sus diputados al congreso local, en unos comicios en los que los partidos optaron por no llevar a las pcd a competir por un lugar en el legislativo estatal.
Los lineamientos del Instituto Electoral de Coahuila sobre la representación de grupos vulnerables establecieron que los partidos políticos estaban obligados a postular por la vía de la representación proporcional y en alguno de los dos primeros lugares de la lista a por lo menos una fórmula de candidaturas de personas LGBTTIQA+, pcd, personas jóvenes, indígenas y afromexicanas, migrantes, adultas mayores, víctimas o defensoras de crímenes de lesa humanidad o aberrantes o pertenecientes a cualquier otro grupo en situación de vulnerabilidad.
“Al final, los partidos no postularon personas de grupos estructuralmente vulnerados, lo que se advertía desde el inicio cuando se puso una cuota general, pues los partidos dejaron fuera otra vez a esos grupos históricamente vulnerados y que no han querido postular por años”, dijo en entrevista el consejero del IEC, Óscar Daniel Rodríguez.
Todas las candidaturas reservadas para grupos vulnerables fueron ocupadas por jóvenes y personas adultas mayores, a excepción de dos postulaciones a integrantes de la comunidad de la diversidad sexual, impulsadas por PRD y PT.
“Cuando votamos los cumplimientos dije que los partidos habían usado estas reglas para no cumplir con el objetivo de las acciones afirmativas, de tal forma que las personas con discapacidad, afrodescendientes e indígenas quedaron fuera”,
abundó el consejero.
Las reglas, que fueron mandatadas por autoridades electorales jurisdiccionales, terminaron por diluir las acciones afirmativas, afirmó.
“Fue uno de los reclamos que les hice varias veces en consejo general a los partidos, les recordaba que no creo dentro de los partidos no tengan personas de grupos vulnerables para postular, la cosa es que no los quieren postular. Era tan sencillo como subir a la gente que ya tienen en sus estructuras a la arena política, pero no, les falta sensibilidad porque utilizan a los grupos como bandera política, pero no tiene mecanismos para garantizar sus derechos, cuando ha sido así ha sido a golpe de sentencia”, sentenció.
Rodríguez sostuvo, por ejemplo, que no se requieren acciones afirmativas para personas adultas mayores, pues naturalmente ya se postulan a cargos de elección popular.
Dijo que lo que sucedió en Coahuila debe alertar a las organizaciones de grupos vulnerables para que eviten que este sistema de reparto de candidaturas se replique a nivel nacional, como ya lo buscó el Plan B de la reforma electoral.
Por Itzel Ramírez
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