Personas mayores que viven con perros tienen menos probabilidades de adquirir una discapacidad
Hoy ganó el Team Perro. Las personas mayores de 65 años que viven con algún perro mantienen una actividad física más frecuente, lo que beneficia su salud y reduce el riesgo de adquirir una discapacidad, por encima de quienes eligen adoptar gatitos.
25 de enero de 2024
Redacción Yo También
Tener un perro puede traer muchos beneficios: hacerte compañía, cuidar tu hogar o llenarte de felicidad (y pelitos), pero ahora una investigación del Instituto de Estudios Medioambientales de Tsukuba en Japón descubrió que también pueden disminuir los riesgos de adquirir una discapacidad física en personas mayores.
El equipo, que publicó su descubrimiento en la revista Plos One, explica que las mascotas ayudan a las personas mayores a realizar ejercicio de manera regular y tener relaciones sociales más estrechas. Todo de acuerdo con una encuesta realizada a 11 mil 233 personas de entre 65 y 84 años, a quienes se les hizo un seguimiento durante tres años y medio para documentar cuántas de ellas desarrollaban alguna discapacidad.
El estudio arrojó que 17.1 por ciento de los participantes adquirieron alguna discapacidad, principalmente física o motriz, durante el estudio que se realizó entre junio de 2016 y enero de 2020, pero que el riesgo de desarrollarla se reducía a la mitad en aquellos que vivían con alguna mascota y realizaban ejercicio físico, según recoge el sitio 65ymás.
“La mayoría de los dueños de perros llevan a su mascota a pasear con regularidad. De hecho, los dueños de perros tienen cuatro veces más probabilidades que los no dueños de cumplir con las pautas recomendadas de actividad física”, detallan los autores en sus conclusiones.
Al estudio también se sumaron otros datos sociodemográficos y de salud, como el estado civil, antecedentes de enfermedades crónicas o el tiempo que pasaban al aire libre, pero en general los resultados mantuvieron la misma tendencia: los dueños de perros casi siempre se encontraban en un mejor estado de salud.
La mala noticia es para quienes son amantes de los gatos: el resultado no es el mismo. Los gatos no necesitan ser llevados de paseo ni exigen una actividad física frecuente de sus dueños, por lo que esta tendencia no se vio reflejada en ellos. Aunque sí anotaron que vivir con un perro o con un gato no marcaba alguna diferencia significativa en cuanto a la mortalidad.
“Pasear perros es una actividad física de intensidad moderada que parece tener un efecto protector al reducir el riesgo de aparición de discapacidad a través de un menor riesgo de fragilidad”, explican.
La investigación concluye con que “tener un perro bien puede proteger contra la aparición de discapacidad en los adultos mayores”, y señalan que, entre sus beneficios, están “el cuidado diario, el compañerismo y el ejercicio de un perro pueden recomendarse como un componente de la política de promoción de la salud y pueden desempeñar un papel importante en el envejecimiento exitoso”.
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