Pérdida auditiva discapacitante: afecta a más del 5 por ciento de la población mundial
La Organización Mundial de la Salud advierte que en 2050 una de cada 10 personas podría presentar esta condición, que en casos severos ocasiona sordera. La atención oportuna es clave para prevenirla.
15 de diciembre de 2022
Karina González Fauerman
Más del 5 por ciento de la población mundial (430 millones de personas) tiene pérdida de audición discapacitante y requiere rehabilitación (432 millones de adultos y 34 millones de niños), afirma la Organización Mundial de la Salud.). Se calcula que en 2050 esa cifra superará los 700 millones (una de cada 10 personas).
La pérdida de audición discapacitante se refiere a una pérdida superior a 35 decibelios (dB) en el oído que oye mejor. Las personas sordas suelen tener una pérdida de audición profunda, lo que significa que oyen muy poco o nada y deben comunicarse en lengua de señas.
La discapacidad auditiva es la falta, disminución o pérdida de la capacidad para oír en algún lugar del aparato auditivo y no se aprecia porque carece de características físicas que la evidencien. Sus causas pueden ser congénita, hereditaria o genética; también se adquiere por otitis media o por ruidos de alta intensidad.
“Hay que analizar si la discapacidad auditiva está en el escuchar, en el entender o en las dos acciones y comprender qué ocasionó el problema.
“En el caso laboral, el nivel de incapacidad dependerá de a qué se dedica una persona y si su trabajo implica más escuchar que ver. Por ejemplo, si el empleo es en un call center o en una torre de control del aeropuerto, el grado es severo, pero si es en el campo, no lo es tanto. También hay que revisar si la pérdida auditiva es en uno o en los dos oídos”, explicó el doctor Abraham García, especialista en audiología vestibular, durante la plática “Infecciones de oído y pérdida auditiva” de la empresa Starkey.
Virus, bacterias, micosis (hongos), y alergias ocasionan otitis o inflamación del oído. De ahí la importancia de seguir hábitos saludables, como tener una limpieza adecuada y no tocarse con las manos sucias.
También es importante evitar el uso de cotonetes, llaves o pasadores que pueden llegar a romper y lastimar el tímpano y ocasionar no solo pérdida auditiva sino además dejar expuesta a infecciones la parte media del oído.
Una alternativa de limpieza, agrega el experto, puede ser tomar un pañuelo absorbente, girarlo y, con la punta, limpiar el oído hacia afuera. Esta técnica puede realizarse una vez a la semana.
Atención oportuna
Las actitudes estigmatizantes hacia las enfermedades del oído y la pérdida auditiva a menudo limitan el acceso de las personas a la atención para estas afecciones, subraya la ONU.
En los niños, casi el 60 por ciento de la pérdida auditiva se puede prevenir mediante medidas como la inmunización para la prevención de la rubéola y la meningitis, la mejora de la atención materna y neonatal y la detección y el tratamiento temprano de la otitis media. En los adultos, el control del ruido y la vigilancia de los medicamentos ototóxicos junto con una buena higiene del oído pueden ayudar a mantener una buena audición y reducir la posibilidad de pérdida auditiva.
Una vez diagnosticado algún problema, la intervención temprana es clave. El tratamiento médico y quirúrgico puede curar la mayoría de las enfermedades del oído y potencialmente revertir la pérdida auditiva asociada. Sin embargo, cuando la pérdida auditiva es irreversible, la rehabilitación puede garantizar que los afectados eviten las consecuencias adversas de la pérdida auditiva.
La tecnología de la audición, como los audífonos y los implantes cocleares, cuando se acompaña de servicios de apoyo adecuados y terapia de rehabilitación es eficaz y rentable y puede beneficiar tanto a los niños como a los adultos.
“Antes de diagnosticar una condición como hipoacusia severa, por ejemplo, es fundamental valorar el nivel de pérdida, cuánto afectó a los nervios auditivos y cómo podría ayudar un auxiliar”,
afirma Abraham García.
El ABC de la salud auditiva
Según García, especialista en audiología vestibular, durante la plática “Infecciones de oído y pérdida auditiva”, existen diferentes formas de cuidar nuestros oídos:
Evitar la acumulación excesiva de cerilla, ya que puede generar un tapón y requerir lavado de oídos. En este caso, siempre hay que hacerlo con supervisión profesional y no recurrir a técnicas caseras que comprometen la salud.
En el caso de las personas con piel seca que presenta descamaciones y costras en el oído, es posible aplicar vaselina líquida en la base externa del oído para absorber la humedad y prevenir comezón.
Si se presentan malos olores y un color amarillo en el oído, es probable que sean ocasionados por alergias y hongos.
La audición es resultado de la salud general: si mantenemos estables los niveles de presión, glucosa y colesterol, los factores de riesgo por pérdida auditiva pueden disminuir.
Si existe una infección de oído, es necesario atenderla. En caso contrario, las bacterias pueden afectar el oído interno y causar pérdida auditiva. Aquí una guía de 5 pasos para una mejor audición.
¿Sabías que?
Existen tres tipos de pérdida de la audición: pérdida auditiva neurosensorial, pérdida auditiva conductiva y pérdida auditiva mixta, recuerda Starkey. La mayoría de las personas tienen una pérdida gradual de la audición a medida que van envejeciendo, cuando llegan a los 65 años o más, una de cada 3 personas tiene algún tipo de discapacidad auditiva.
Por Karina González Fauerman | Fotografía: Cortesía Starkey