Exclusión, capacitismo y estigmas: A nivel mundial, jóvenes con discapacidad no son tomados en cuenta, revela la ONU
La ONU reveló un informe realizado por la Oficina de la Juventud donde explica que las personas jóvenes con discapacidad son generalmente ignoradas a nivel mundial, a tal grado que en muchos países ni siquiera hay un número certero sobre este sector.
3 de mayo de 2024
Itzel Ramírez
Los estigmas, barreras y falta de oportunidades que viven las personas con discapacidad se agravan cuando se trata de jóvenes, quienes generalmente experimentan todavía más exclusión en ámbitos escolares, laborales, políticos, económicos y de salud.
Un nuevo informe de la Oficina de la Juventud de Naciones Unidas establece que la exclusión llega a tal grado que ni siquiera hay datos actualizados que permitan estimar cuántas personas jóvenes (de entre 15 a 24 años) tienen alguna discapacidad.
“No podemos mejorar las cosas que no se pueden medir”, dijo Puneet Singhal, integrante de la Red Global de Personas Jóvenes con Discapacidad (GNYPWD por sus siglas en inglés).
La falta de datos se traduce en deficientes políticas públicas, pocas oportunidades, deficiente representación y participación en la toma de decisiones, de acuerdo con especialistas que participaron en la presentación del informe.
Los datos del reporte indican que a nivel mundial, tres de cada diez jóvenes con discapacidad nunca han ido a la escuela, una situación que afecta particularmente a las mujeres y a las poblaciones en comunidades rurales.
En lo que respecta al acceso al trabajo, únicamente el 23 por ciento de las personas jóvenes con discapacidad tienen un empleo, frente al 40 por ciento de quienes, en el mismo rango de edad, no tienen discapacidad.
“Notablemente, el 50 por ciento de las mujeres jóvenes con discapacidad no están en la escuela ni tienen un empleo”, resaltó Alberto Vásquez, uno de los responsables de la investigación.
Para Singhal, las juventudes con discapacidad tienen una marginación más frecuente al vivir discriminación por edad, género y orientación sexual, entre otras interseccionalidades. “Estas barreras crean subrepresentación que se traduce en falta de acceso tecnológico y de educación”, explicó.
Las ‘capas de marginación’, barreras para jóvenes con discapacidad
El reporte trata de identificar las barreras para la participación significativa de las personas jóvenes con discapacidad y de aportar elementos para la defensa de sus derechos, además de recomendaciones a los Estados para la implementación de medidas encaminadas a la inclusión y la concientización.
Alberto Vásquez dijo que existen “capas de marginación” que dificultan incluso la formación de organizaciones especializadas en juventud y discapacidad.
“Hay muchas capas de marginación, falta de información y de conciencia sobre los derechos de inclusión de las pcd, apoyo insuficiente en las familias, falta de recursos, especialmente para organización dirigidas por personas jóvenes con discapacidad, poca representación particularmente en roles de liderazgo”, mencionó Vásquez.
Incluso, dijo, se puede advertir que la legislación general en la materia no alcanza los estándares del derecho internacional. La investigación, precisó el experto, incluyó el análisis de datos de 46 países, encuestas en línea en 40 países y grupos de enfoque y entrevistas a profundidad en seis países.
¿Cómo lograr participación significativa? Tres pilares
Mark Kato, integrante del Comité de Juventud de la Alianza Internacional de la Discapacidad, llamó la atención sobre cómo los procesos de construcción de paz y resolución de conflictos generalmente no incluyen a la población joven con discapacidad.
“Debemos asegurarnos de que nuestras voces no solamente son oídas, sino activamente escuchadas”, sentenció Kato.
Las recomendaciones para la participación significativa, afirmó, atraviesan primero por asegurar la comunicación.
Así, proveer de interpretación en lengua de señas, subtítulos, braille y otros materiales, se vuelven obligatorios para garantizar la participación plena de todas las personas.
Luego, dijo, se debe reconocer la diversidad de la comunidad con discapacidad. “Cada grupo tiene necesidades y retos únicos”, manifestó.
Por ello, se requiere un enfoque interseccional que tome en cuenta las identidades y experiencias dentro de la comunidad.
En tercer lugar, dijo, es menester la inversión en educación inclusiva y oportunidades de empleo. “Muy frecuentemente se nos niega el acceso a educación de calidad y a empleo significativo, perpetuando el ciclo de exclusión y haciéndolo más profundo”, reconoció.
Kato dijo que es necesario que los Estados contribuyan al desarrollo de habilidades de liderazgo, defensa, organización para favorecer el involucramiento directo en los procesos de decisión.
“Somos expertos en nuestras propias vidas y nuestros insumos son invaluables para dar forma a las políticas y los programas que nos afectan”, concluyó.
Estigmas y capacitismo, puntos a erradicar
Manuela Rubianogroot, de la oficina del Secretario General de la ONU, habló sobre cuatro grupos de recomendaciones: construcción de conciencia y capacidad; mecanismos y procesos de Naciones Unidas; políticas nacionales de discapacidad e inclusión y finalmente la participación significativa en los espacios de toma de decisiones.
“Uno de los principales hallazgos es que todavía existen muchos estigmas y desconocimiento sobre los derechos, dignidad y autonomía de las personas jóvenes con discapacidad, por lo que crear conciencia pública es un reto muy importante para erradicar el capacitismo, el adultismo y la discriminación basada en el género”, mencionó Rubianogroot.
Sobre la creación de marcos legales y de iniciativas, dijo que es necesario que estos esfuerzos puedan ser sostenibles en el tiempo, es decir, que no se trate de medidas sin planeación.
Para ello, dijo, se requiere que la población joven participe directamente en el diseño, implementación y monitoreo de políticas públicas, pero también de instituciones de gobierno en los consejos, en los lugares de liderazgo.
Ghana y Guatemala poniendo el ejemplo
Especialistas de Ghana y Guatemala están abundan acerca de medidas que se han tomado en esos países para favorecer los derechos de la población joven con discapacidad.
Pablo Salazar, especialista en Guatemala, resaltó cómo el censo de ese país se ha diseñado para tener información de todas las personas.
“Empezamos este viaje hace algunos años para asegurar que todas las personas se sintieran contadas. Somos tal vez uno de los pocos países que saben de hecho cuántas personas y de qué edades específicas viven con discapacidad”, afirmó.
Asegurar los datos de discapacidad, recordó, ha sido crucial para la generación de política pública y para la construcción del entorno necesario para la participación.
En 2025, el país latinoamericano comenzará un proceso para asegurar que todas las personas sean incluidas en un proceso de consulta y, específicamente, que se incluyan las perspectivas de las personas jóvenes con discapacidades.
Igualmente, Salazar habló sobre las diferentes interseccionalidades que hay en Guatemala y los retos que ello supone, como personas con discapacidad, personas indígenas, que viven en medios rurales.
“Asegurar que podemos representar toda esa diversidad será un proceso”, reconoció.
Charles Abani, coordinador de ONU en Ghana, dijo que en el país se ha reconocido la importancia de tener un enfoque integral para que las pcd jóvenes tengan un papel en los temas de economía, sociales, de paz y de seguridad.
También mencionó que de la mano de una federación de organizaciones de pcd y un consejo de discapacidad se ha avanzado específicamente en la legislación, datos y plataformas para la participación.
Un punto importante, y crucial en el país, es el de asegurar la participación de jóvenes con discapacidad en las elecciones de Ghana en diciembre de este año, afirmó.
El informe está disponible en inglés, francés, español y árabe, además de que existe una versión de lectura fácil en inglés y cuenta con notas de orientación para los equipos de Naciones Unidas en los países.