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¿Ya conoces las 5 Rs del cuidado?

En el encuentro nacional “El futuro de los cuidados en México” se habló de este modelo que busca un bienestar social igualitario y equitativo.

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24 de mayo de 2023

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Ivett Rangel

En 2008, Diane Elson creó un modelo para analizar las vías de cambio hacia formas más justas de distribuir los costos y los beneficios del trabajo doméstico y del cuidado no remunerado, ya que de esto se encargan las familias y, dentro de estas, las mujeres. 

¿La intención? Que las familias y, específicamente, las mujeres cuiden menos. 

Así, con base en este modelo de cinco conceptos, se busca identificar, analizar e impulsar un programa de políticas públicas en materia de cuidados en beneficio de los cuidadores y de los cuidados (infancias, personas adultas mayores y/o con discapacidad) 

Lourdes Jiménez Brito, especialista de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), nos llevó de la mano.

“Hablar hoy de cuidados es una victoria, y por eso se promueve que sea el cuarto pilar del bienestar, junto con la salud, la educación y la seguridad social. 

“La irrupción del cuidado como programa público ha puesto en jaque todas las consideraciones teóricas”,

explicó. 

Reconocer

Hacer visible y revalorar el trabajo de cuidados como un trabajo clave para el bienestar y el funcionamiento de la economía sin perder de vista quién lo está haciendo. 

Reconocimiento pleno de la naturaleza, la extensión y el papel del trabajo de cuidado no remunerado. 

Las mujeres subsidian al Estado, a las empresas y a la seguridad social con el trabajo de cuidado.

Se requiere que haya regulaciones en los centros laborales para que todas las personas tengan licencia de autocuidado y permiso de cuidar a familiares enfermos para que haya corresponsabilidad, justicia e igualdad. 

Reducir

Reducir el tiempo y el esfuerzo que requiere el cuidado con acceso a infraestructura social (servicios de agua, drenaje, gas y luz, transporte público) y equipamiento doméstico para reducir el esfuerzo.

Es injusto que los costos de brindar cuidados recaigan sobre las familias y en las mujeres, especialmente en las más pobres.

Redistribuir

Equilibrar la distribución del cuidado: al interior de los hogares, entre hombres y mujeres, y entre los agentes que también producen cuidados (el Estado, las empresas y la comunidad).

Fomentar la corresponsabilidad social y de género, es decir desafiar los estereotipos que asocian el cuidado con la feminidad.

Porque hay hombres que sí quieren cuidar, pero no pueden hacerlo porque se les obliga a regresar al mercado laboral, además de hacerlos sentir culpa por querer cuidar. 

Y hay mujeres que no quieren cuidar y se les hace sentir culpa por no desearlo. 

¿Cómo? Con licencias de paternidad, políticas de trabajo flexible y/o conciliación, servicios de cuidados y regulación. 

Remunerar 

Garantizar los derechos laborales de todo el sector de cuidados, incluidas las trabajadoras del hogar y garantizar un ingreso universal y condiciones de vida digna para personas cuidadoras no remuneradas sin acceso a un empleo por la alta demanda de cuidados en sus hogares. 

Representar

Asegurar que las personas cuidadoras remuneradas y no remuneradas tengan voz y participación colectiva en todo el ciclo de políticas públicas sobre el cuidado y en las discusiones al respecto. 

A estas 5 R’s se buscan sumar dos más: Relaciones afectivas, concepto de Luz Galindo y Romper el pacto patriarcal, de Margarita Garfias.

Por Ivett Rangel

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