Juan Pablo Medina: de regreso a lo que más ama
A un año de una inesperada emergencia de salud que derivó en una amputación, el actor Juan Pablo Medina se reintegra a la actuación; ya inició grabaciones, estudia nuevos proyectos y está por iniciar la promoción de películas que hizo “antes de”.
18 de julio de 2022
Ivett Rangel
Justo hace un año, el 15 de julio de 2021, mientras grababa la serie Horario Estelar, el actor Juan Pablo Medina ingresó de emergencia al hospital, donde el diagnóstico de una posible intoxicación (porque se había sentido mal luego de comer) se transformó en un infarto silencioso y, días después, en la amputación por encima de la rodilla de su pierna derecha.
Tenía coágulos en el intestino y en las piernas, lo que provocó que su estado de salud se deteriorara rápidamente, así que gracias a su padre, un destacado médico cirujano que coordinó todo un equipo, pudo salir con vida de esto.
«Me ofrecían salvarme la vida, pero la solución era la amputación. Y cuanto más tiempo pasara, las cosas se tornarían más y más complicadas, por lo que había llegado el momento de tomar una decisión. Yo aposté por vivir», contó hace cuatro meses a la revista GQ.
A un año del accidente, el histrión de 44 años reconoce que ha logrado salir adelante gracias a su familia, amigos y novia, así como a los médicos, psicólogos y terapeutas que le han apoyado en su rehabilitación.
“Soy muy afortunado de poder contarlo, de poder estar acá”, contó vía Instagram a Ottobock México, empresa encargada de diseñar la prótesis que ahora usa y con la que estuvo jugando por un momento durante la entrevista.
“La gente que me rodea, que me ama, es mi motor principal. Con la ayuda de esa gente a la que te puedas abrazar y agarrar, es más fácil salir y no hundirte”.
Y ya está de regreso en la vida. Juega tenis y golf, participó en las campañas publicitarias de Levi’s y Buchanan’s, y esta semana comenzó a hacer lo que más ama: actuar.
“Desafortunadamente no puedo decir qué es, pero estoy muy feliz, porque pensé que ya no iba a ser convocado y voy a regresar a trabajar con amigos y me siento tranquilo. Además, la producción me ha tratado increíble”, señaló con la más extensa sonrisa.
Además, próximamente, se estrenarán dos películas que hizo previo a su accidente.
“Sí va a ser raro verme antes de…, pero me tocará hacer la promoción y yo feliz de arrancar ya”, comentó.
En octubre participará en la Running Clinic de Ottobock, a realizarse en Sudamérica, donde le enseñarán a correr de nuevo con un blade. Una prótesis especial para ello.
En el mes que estuvo en el hospital, recordó, solo le surgieron muchas preguntas y muchas dudas. “Pensaba: ¿vas a poder salir de esta?, ¿cómo va a ser tu vida después?, ¿te van a invitar a trabajar?, ¿qué voy a poder hacer?… Sí, son momentos muy complicados y es una etapa de reinventarte”, dijo.
“No es algo que puedes bloquear, tienes que aceptarte, pero hay que tener bien alineada la cabeza con el corazón. Es un proceso mental, físico y espiritual importante que debes vivir”.
Juan Pablo confesó que antes era muy gozador y ahora está muy agradecido.
“Yo siempre he disfrutado mucho todo, he tenido una vida increíble y haber entendido lo que me sucedió y saber que pude no estar más aquí, esa es la motivación más grande para no tener límites, para no tener barreras y hacerlo todo hasta donde se pueda y hasta donde se me permita”, expresó.
Por lo pronto se mantiene enfocado en su rehabilitación y leyendo libretos, porque ya comenzaron a llegarle otras propuestas. También quiere perfeccionarse en el tenis y mejorar en el golf, porque le gustan los deportes, verlos y practicarlos.
Y, sobre todo, quiere ayudar a otros que han pasado por una situación similar.
“Yo sé que no todos tienen los recursos y las facilidades que yo tuve, yo soy un porcentaje muy pequeño, por eso me ilusiona poder ayudar a toda esa gente que no tiene lo que yo tuve”, comentó.
Con planes a corto y mediano plazo, la vida sigue su curso.
“Pensé que no iba a volver a tener una vida normal y no hay por qué no la pueda tener. Hay que normalizar esta”, puntualizó.
“No hay que pasar por algo fuerte, cada quien tiene sus propios problemas y bajones, solo creo que hay que agradecer estar vivos cada día y esa es la motivación para meterle todas las ganas”.
Hay que ser agradecido, estar contento con lo que tienes y tener paz, con eso, concluyó.
Por Ivett Rangel | Fotografías de la Revista GQ