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Fotografía de John McFall. Detrás de él la ilustración de un planeta.Fotografía de John McFall. Detrás de él la ilustración de un planeta.

John McFall, el campeón paralímpico que podría ser el primer astronauta con discapacidad

McFall perdió la pierna a los 19 años y desde entonces utiliza una prótesis. Su vida estuvo ligada al deporte y se convirtió en campeón paralímpico en Beijing, más tarde en médico y, ahora, podría ser el primer astronauta con discapacidad.

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17 de mayo de 2024

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Redacción Yo También

John McFall está a punto de cumplir el sueño de miles de personas en todo el mundo: viajar al espacio. Y aunque no será el primero en lograrlo, sí será la primera persona con discapacidad en hacerlo.

Originario de Gran Bretaña, McFall perdió su pierna derecha en un accidente de moto cuando tenía 19 años. Desde entonces usa una prótesis y aunque en un principio su vida se vio alterada, rápidamente se adaptó: continuó con su carrera hasta convertirse en médico y siguió haciendo deporte hasta que se convirtió en un campeón paralímpico. 

En los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008, relata BBC, McFall dio muestra de su talento deportivo cuando ganó la medalla de bronce en los 100 metros lisos. Anteriormente ya había conseguido la medalla de playa en el Campeonato Mundial de Atletismo Adaptado, en 2006.

Pero su vida no era solamente el deporte: a la par de sus entrenamientos, continuaba con su educación y en 2014 se graduó en Medicina y Cirugía, ejerciendo como especialista en traumatología y ortopedia, llegando a ser reconocido por sus aportaciones médicas y de investigación.

¿Y cómo es que ahora toda esta trayectoria lo llevará a explorar el espacio? En 2022, la Agencia Espacial Europea (ESA) lo eligió para entrenarse como el primer astronauta con discapacidad, marcando así un hito para la institución y para la comunidad de personas con discapacidad en todo el mundo. 

Juntos, McFall y la ESA trabajan para aplicar un estudio que permita conocer las posibilidades de que personas con discapacidad puedan vivir y trabajar en el espacio. Su preparación incluye desafíos extremos, como someterse a la fuerza de la gravedad en una centrifugadora que simula las condiciones del lanzamiento y el reingreso a la atmósfera de la nave espacial. 

Además, la adaptación de McFall al entorno espacial supone un reto extra al de todos los astronautas debido a su prótesis. En la Tierra, esta ayuda técnica le permite correr y moverse ágilmente, pero en un espacio sin gravedad deberá ser adaptada para encontrar la ideal y mantener su actividad en el espacio, una tarea vital para la preservación de la masa muscular y la densidad ósea. 

Por ejemplo, durante las pruebas en una caminadora antigravedad, descubrieron que necesitará una prótesis más flexible para compensar la disminución de peso en su pierna artificial.

McFall ve esta oportunidad como un desafío personal que busca cumplir de cualquier forma ya que supone también un gran avance para la inclusión en la exploración espacial. El proyecto contempla adaptaciones en la nave espacial, en los trajes espaciales y en el equipamiento para asegurar la accesibilidad en el espacio.

La fecha para que McFall llegue al espacio todavía es lejana; aún está a la mitad de sus pruebas y preparación para determinar si puede o no viajar al espacio. ¿La buena noticia? Más allá del aspecto técnico y del uso de sus prótesis, el candidato no presenta ninguna complicación física que le impida ser seleccionado, ya que ha pasado todas sus pruebas de forma satisfactoria.

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