Pasar del silencio al sonido: La vida con implante coclear
A propósito del Día Internacional del Implante Coclear que se conmemora cada 25 de febrero, diferentes testimonios comparten los beneficios de usar este dispositivo médico electrónico
26 de febrero de 2024
Karina González Fauerman
Ya no se acerca con tanta frecuencia a leer los labios ni pide que todo el tiempo le repitan palabras. Desde hace tres meses, Pryscilla Monroy usa un implante coclear y su calidad de vida mejoró enormemente.
“Estoy más relajada, no me siento frustrada ni incómoda como antes, ya que no podía entender cuando todos hablaban al mismo tiempo. Estoy conociendo nuevos sonidos”, señaló Pryscilla, quien tiene 31 años y es maestra de Lengua de Señas Mexicana (LSM).
Con el fin de mejorar su audición y comunicación, asiste a rehabilitación una vez por semana. Ahí, la terapeuta de lenguaje identifica las palabras y letras que le cuestan trabajo pronunciar y se las reporta a una audióloga para hacer los ajustes necesarios. En un año, aproximadamente, la audiometría de su oído implantado será la de una persona sin discapacidad, pero antes la terapia le tendrá que dar el 100 por ciento de reconocimiento de sonidos.
Para compartir el proceso que vivió al implantarse, Pryscilla publica en TikTok diferentes videos. Invita a quienes dudan de hacerlo, que se enfoquen en los beneficios que obtendrán gracias a esta intervención.
Desde su punto de vista, a diferencia de las generaciones anteriores, como las de sus abuelos sordos, hoy en día, hay mucha más información y posibilidades para mejorar la audición.
“Es fundamental estar conscientes de un buen diagnóstico. Reconocerse, aceptar que se está perdiendo la audición para tener una mejor comunicación y cambiar el estilo de vida”, compartió Pryscilla, en un evento de MED-EL, proveedor internacional líder en sistemas de implantes auditivos, a propósito del Día Mundial del Implante Mundial.
Gracias al apoyo y exigencia de su familia, actualmente puede escuchar y comunicarse mejor. Su mamá, Doris García Abenchunchan, aseguró que su hija convirtió su discapacidad en una oportunidad e invita a aquellos papás que están en una situación similar a no rendirse y a exigirle a las autoridades (gobierno, escuela, entre otras) que integren a las personas sordas a la comunidad.
“Este mundo está hecho para normoyentes”
Otro caso de éxito que se presentó fue el de Juan Pablo Alejandro Valadez Murillo, médico residente de audiología, quien nació con microtia bilateral, una malformación congénita que afecta a ambas orejas y provoca dificultad para escuchar.
A pesar de haberse intervenido con más de 12 cirugías durante su niñez, Juan Pablo nunca pudo tener un oído funcional ni estético, por lo que gran parte de su vida vivió con limitación auditiva. Sin embargo, todo cambió hace cuatro meses cuando se implantó un dispositivo de conducción ósea que le permite tener una audición casi normal.
“Este mundo está hecho para normoyentes. Había sonidos que nunca había escuchado como el agua y los pájaros. Ahora escucho en 4D”, y subrayó que “nunca un dispositivo electrónico va a sustituir a un órgano totalmente, ni siquiera los lentes. Sin embargo, escucho casi al 100 por ciento. Soy una persona totalmente independiente y puedo hacer lo que quiera”.
Su más grande sueño como médico es que exista una salud auditiva digna en México y que el tamiz auditivo se incorpore de forma universal. Consiste en una prueba que permite detectar la disminución de audición o la sordera en recién nacidos, sin causar dolor o molestia alguna en los bebés.
La diferencia entre escuchar y no hacerlo
El 25 de febrero de 1957 por primera vez una persona con pérdida auditiva pudo tener estimulación auditiva.
Una de las funciones del implante coclear es ofrecer a la persona con hipoacusia una mejor calidad de vida, ya que el paciente desarrollará su lenguaje y comunicación, con el apoyo de terapias y del seguimiento de profesionales.
De acuerdo con Jimena Atuán Rodas, Médico especialista en Audiología y Gerente de Soporte Clínico MED-EL, el implante coclear es un dispositivo médico electrónico que sustituye la función del oído interno dañado, recibe el sonido, lo procesa y envía impulsos eléctricos que estimulan el nervio auditivo, sustituyendo a las células ciliadas dañadas; a su vez, el nervio auditivo manda una señal al cerebro, quien aprende a reconocer esas señales y el paciente lo percibe como la acción de escuchar.
“Para el uso de cualquier solución auditiva es fundamental una valoración integral y multidisciplinaria de expertos; una vez que se cuenta con un diagnóstico se podrá dar la mejor solución o tratamiento para cada paciente, ya sea audífonos o implantes cocleares (este último requiere un procedimiento quirúrgico y terapia auditivo verbal que ayude al paciente a aprender o a identificar nuevamente la sensación del sonido)”, explicó la experta.
¿Sabías que?
En México alrededor de 46 mil infantes viven con discapacidad auditiva y 400 de estos niños al año requieren un dispositivo implantable para habilitar este sentido, de acuerdo con el Instituto Nacional de Rehabilitación.
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