Homeschooling: una opción educativa para niños y niñas con discapacidad
La atención personalizada, el ambiente controlado física y emocionalmente, así como la flexibilidad de horarios son algunos de los beneficios que representa la modalidad de educación en casa.
24 de enero de 2024
Karina González Fauerman
El 24 de enero se conmemora el Día Internacional de la Educación. A propósito de esta fecha, es importante mencionar que todos los niños merecen una educación inclusiva y adaptada a sus necesidades. El homeschooling puede ser una alternativa para los alumnos con discapacidad, ya que permite personalizar los contenidos y realizar las adecuaciones requeridas. Es el caso de Máximo, de 17 años, quien tiene Síndrome de Down.
Antes de llegar al homeschooling, Max estudió en un colegio regular de Querétaro. Sus papás, Margarita y Francisco Cabrera, lo inscribieron en un instituto que contaba con un grupo técnico para atender a los niños con discapacidad en las materias de español y matemáticas; además, llevarían actividades de computación, educación física y arte, entre otras, acorde a su edad. Sin embargo, la realidad fue distinta.
“Max estuvo tres años en un colegio regular y los avances que veíamos eran mínimos, especialmente el último año fue detonador de muchos problemas porque nos enteramos de prácticas de intervención que complicaron mucho al grupo, ya que todos los alumnos estaban emocionalmente alterados.”
“Uno de los niños, con un autismo muy funcional, empezó a decirle a su mamá lo que sucedía en la escuela: estaban marginados, la maestra titular no estaba al frente del salón y los atendía una asistente con malas formas y tratos. Entonces, decidimos sacar a Max”, explica Margarita, quien dejó de trabajar cuando su hijo tenía tres años.
A la par de la escuela regular, Max asistía a la Fundación Gigi’s, donde Margarita hizo un voluntariado en clases de matemáticas y aprendió habilidades de enseñanza. Ahí conoció a Daphne, una maestra con experiencia en alumnos con Síndrome de Down.
De la mano de Daphne, Margarita y otra mamá con la misma problemática en diferentes colegios, acordaron arrancar la escuela en casa. Fue así como Max empezó en 2017 con un programa muy bien estructurado en la modalidad de homeschooling. El compromiso fue trabajar en equipo.
Un cambio radical
De acuerdo con Margarita, cuando Max inició los estudios en casa, se adaptó perfecto y mostró mucho interés en aprender. A diferencia de una escuela tradicional, en homeschooling los contenidos son específicos para su aprendizaje. Esto le permitió ganar autoconfianza.
“Toda su frustración, mal carácter y emociones negativas empezaron a disminuir. Él sabía que podía con sus nuevos retos educativos y le encantaba aprender. En nuestro caso particular, considero que hemos tenido éxito gracias al apoyo de Daphne, pues ella desde un principio trabajó con objetivos y nos apoyó para lograrlos”, reconoce Margarita.
Después de un año, Daphne ingresó a otro niño y después a más. Antes de la pandemia, eran cinco niños con síndrome de Down en modalidad de homeschooling trabajando con ella: todos felices, bien adaptados, con excelentes contenidos académicos y con otras actividades. Max, por ejemplo, iba a natación y taekwondo.
Actualmente, Max ya no está en homeschooling sino en un colegio regular en Guanajuato que cuenta desde kínder hasta secundaria. Aunque no está incorporado a la SEP, validan los estudios con un colegio de Estados Unidos.
Max estuvo ausente del colegio todo el año 2023 por una cuestión de salud importante, por lo que contar con esta escuela, que también trabaja con modalidad homeschooling y atiende diversidad educativa, ha sido de gran apoyo. Este mes Max ha estado en la escuela solo tres horas al día y sigue aprendiendo sin la presión de los grados escolares.
“Desde el kinder tuvimos complicaciones con los colegios tradicionales, ya que el problema principal fue la adaptación de la currícula, no se hacían adecuaciones, pero aún así, Max estuvo en escuela regular. Creo que a nosotros la vida nos ha puesto en esta experiencia de estudio (homeschooling), ya que aprende a su paso, sin presión de ningún tipo. El hecho de haber estado un tiempo solo o con pocos amigos estudiando en homeschooling no le ha impedido ningún tipo de desarrollo”, agrega la mamá de Max.
“Mi ausencia en el plano laboral no es algo que me cause problemas, mi tiempo lo he invertido bien y hoy tengo planes para mí a futuro. Todo se acomoda. Somos una familia muy feliz Max, su papá y yo; somos estables en todos los sentidos y eso es lo más importante”.
Programa de acompañamiento
A partir de la experiencia de estudio en casa durante la pandemia sin tener los resultados esperados, Ana Paula González, licenciada en Comunicación Humana, Águeda Jiménez, licenciada en Educación, y Carolina Jauckens, ingeniera en Mecatrónica, idearon Edupasión, un programa de acompañamiento para homeschoolers que consiste en que los alumnos reciben tareas y trabajos específicos destinados a lograr los objetivos de aprendizaje establecidos para cada grado escolar.
El contenido está dividido en cuatro grandes bloques:
Matemáticas
Español e historia
Ciencias naturales (biología, física, química y geografía)
Inglés y cívica
De acuerdo con Ana Paula González, los estudiantes reciben entre cuatro y cinco tareas diarias relacionadas con uno de los cuatro bloques mencionados. Para brindar apoyo adicional, se ofrece la opción de asistir a sesiones de asesoría (correspondientes al área de las actividades del día) para aclarar dudas y proporcionar explicaciones cruciales para su correcta realización.
Todas las actividades realizadas incluyen evidencia que permite verificar que el alumno ha alcanzado el aprendizaje propuesto. Cada una de ellas recibe retroalimentación y una calificación, lo que, en conjunto, facilita la evaluación del progreso del alumno.
Es importante destacar que todos los trabajos se consideran igualmente ponderados, otorgándoles a cada uno la misma importancia dentro del proceso de evaluación.
Actualmente, 65 familias y 80 alumnos (uno de ellos con autismo) de todos los grados, desde primero de kinder hasta tercero de secundaria (llamado 9°) participan en el programa.
“Nuestra alumna con autismo ha reducido significativamente el estrés que le generaba la asistencia a la escuela presencial. El contenido, las tareas y actividades que hacemos son flexibles y se pueden adaptar a las necesidades individuales de cada alumno, permitiendo que estas adaptaciones se realicen en el entorno familiar”, explica González.
Desde su punto de vista, la educación en casa es una buena opción para alumnos con discapacidad ya que se puede dar atención adicional a las áreas de oportunidad y dedicar menos tiempo a aquellos contenidos que ya se dominan. También es posible adaptar el nivel de comprensión que se alcanzará para considerar como aprendido el contenido en un ambiente controlado, tanto físico como emocionalmente.
La flexibilidad en los horarios, el tiempo de estudio y los momentos de entregas, subraya, favorece a los niños con discapacidad enormemente, pues sus lapsos de atención pueden ser más cortos o pueden necesitar tiempos específicos para asistir a terapias y tratamientos.
“El modelo que tenemos se asemeja a un tripié de cámara, en el cual tanto los padres de familia como los alumnos desempeñan un papel tan o incluso más importante que el de las maestras del programa. En general, las familias nos han elegido porque están estudiando en casa y no sienten que tienen las herramientas necesarias para apoyar a sus hijos en su educación de forma independiente y quieren el apoyo y la retroalimentación que les brindamos”, concluye.
Promueven educación inclusiva
Para Regina Saenz, Presidenta de Familias Extraordinarias, asociación dedicada a apoyar a familias que tienen hijos con discapacidad intelectual, es importante seguir trabajando por la inclusión en las escuelas tomando en cuenta a la diversidad con el fin de dar herramientas a los estudiantes con discapacidad para desarrollar sus habilidades funcionales.
Para este fin tienen dos acciones: por un lado, el primer Directorio Nacional de Escuelas con Educación Inclusiva recomendado por las mismas familias, y por el otro, el quinto Seminario de Educación Inclusiva (incluye la parte laboral), que se llevará a cabo durante el segundo semestre de este año.
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