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Lisa Sniderman posa sonriente sosteniendo un algodón de azúcar con ambas manos.Lisa Sniderman posa sonriente sosteniendo un algodón de azúcar con ambas manos.

The Grieving Project, teatro inclusivo desde casa creado por artistas con discapacidad

Dos diagnósticos consecutivos de enfermedades que provocan discapacidad apenas hicieron mella en el ánimo de la escritora Lisa Sniderman, quien decidió volcarse en su trabajo como dramaturga y dejar el duelo para después.

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6 de febrero de 2024

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Redacción Yo También

Tuvo que llegar la pandemia para que Sniderman reconociera su necesidad de sentir el efecto que la discapacidad tenía en su cuerpo y en su identidad.

“Me di cuenta de que estaba tan ocupada creando que me había olvidado de llorar. Fue algo muy importante para mí reconocerlo”, dijo Sniderman a The Washington Post.

A partir de entonces, la creadora comenzó The Grieving Project (o El Proyecto del Duelo), que comenzó con un audiolibro musical en el que cuatro personas con diferentes discapacidades contaban cómo procesaban el haber adquirido una discapacidad.

Sniderman prestó su voz para contar un paisaje en el que uno de los personajes es incapaz de mover los músculos y yace en una cama de hospital, una experiencia basada en ella misma.

“¿Cómo podemos vivir plenamente y prosperar si no sentimos pena? El duelo y la pérdida son universales y la pandemia causó tanta aflicción y pérdida a tantas personas que creo que todo el mundo puede identificarse con este tema”, siguió la escritora.

De la mano de Suzanne Richard y Jessica Wallach, también creadoras y mujeres con discapacidad, Sniderman se enfoca en experiencias teatrales inmersivas para personas que no pueden salir de sus casas.

El objetivo es crear un musical multimedia basado en la “accesibilidad radical”, para lo que se ha sumado la compañía Open Circle Theatre de DC, especializada en la promoción de artistas con discapacidad.

“La idea es que todo el mundo viva la experiencia en comunidad. No aislados, sino en comunidad. Es un grupo de personas sentadas viendo cómo otro grupo cuenta una historia”, comentó Suzanne Richard, directora artística de Open Circle Theatre.

En el musical que quieren hacer, los artistas con discapacidad están dentro y fuera del escenario, con subtítulos descriptivos y con la opción de controlar los ángulos de cámara para quienes vean las representaciones desde casa.

“Si te agobian los primeros planos, puedes retroceder. Si lees los labios, puedes acercarte”, explicó Jessica Wallach, directora de accesibilidad del proyecto. Para el desarrollo del plan ha sido clave una herramienta: el robot de OhmniLabs que usa Sniderman para unirse al trabajo desde su casa.

El robot, al que el equipo llama Lis Bot, deja a Sniderman desplazarse y ver lo que los demás ven, pues permite que la escritora controle el desplazamiento mientras los demás ven su cara en la pantalla.

Wallach apunta que, a diferencia de otras obras en donde se usa a la discapacidad para inspirar o causar lástima, el musical transita por la ruta de retratar cómo se vive, de verdad, el duelo.

“Nadie muere al final. Nadie se cura”, afirmó Wallach.

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