“Como abogada, quiero dejar una huella a favor de la diversidad y la inclusión”: Giovanna Franyuti
Hace seis años, se enfrentó a una amputación en ambas piernas que redefinió el sentido de su vida y confirmó su vocación profesional enfocada a impulsar a las personas con discapacidad.
30 de noviembre de 2022
Karina González Fauerman
Se describe a sí misma como una mujer mexicana con mucha actitud y pasión por la diversidad y la inclusión, abogada de profesión y activista por convicción. A raíz de un accidente que sucedió hace seis años, Giovanna Franyuti se enfrentó a una amputación en ambas piernas que redefinió su vida.
De ascendencia italiana, promueve la inclusión en varios frentes: desde conducir un programa de radio y participar en un libro que aborda iniciativas de empoderamiento para mujeres amputadas hasta modelar en una pasarela para personas con discapacidad.
En entrevista para Yo También, Giovanna, de 29 años, comparte lo que significa vivir con una discapacidad adquirida y los derechos que defiende para construir una sociedad más empática y respetuosa.
¿De qué formas promueves la inclusión de las personas con discapacidad?
En distintos ámbitos promuevo la inclusión: desde la radio tengo una sección mensual llamada “Sin Barreras con Giovanna Franyuti”, que en febrero próximo cumple cinco años al aire por Enfoque Noticias en Stereo 100.1 FM y por Sabrosita 590 AM, que es el primer jueves de cada mes.
Adicionalmente soy modelo, conferencista y miembro del Consejo de Cambiando Modelos, organización dedicada a visibilizar a las personas con discapacidad en los medios. También soy miembro de “Mexicanas con Discapacidad”, desde donde creamos las estrategias de promoción de los derechos de las mujeres con discapacidad; además participé en el libro “Mujeres Amputadas”, en el cual, en un capítulo, conté mi testimonio de vida como mujer usuaria de dos prótesis, junto a otras 33 mujeres amputadas de 10 distintos países. Recientemente modelé en All Inclusive Runway, un desfile único con modelos con y sin discapacidad, donde portamos prendas de diseñadores mexicanos. Adicionalmente, este año he tenido oportunidad de dar conferencias y modelar para Aerie, una marca de ropa en su campaña nacional.
Sigo desarrollándome en varios cursos y creciendo como profesionista en el sector privado y actualmente tengo un trabajo de tiempo completo, desde donde también promuevo la inclusión.
Pero, también has participado en la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el área de discapacidad. ¿Qué es lo que hiciste ahí?
Durante mi proceso de tesis y titulación de la Licenciatura en Derecho colaboré en el área de Discapacidad de la CNDH hace unos años, en la cual tuve oportunidad de participar en varios informes sobre la accesibilidad, dar atención a personas con discapacidad y brindar capacitaciones y conferencias sobre la Convención de los Derechos de las personas con Discapacidad.
Nos compartes ¿cómo fue la transición para aprender a usar las prótesis? ¿Cuánto tiempo llevas usándolas?
Es un proceso largo, lo primero que me costó fue aprender que no había tiempos establecidos para volver a caminar y que cada cuerpo reacciona distinto ante una amputación, como la mía que es en las dos piernas por debajo de la rodilla. Pasé seis meses rodando todos los días en silla de ruedas y luego empecé a usar prótesis. Tuve mucho apoyo de mi red de familiares, amistades y mi ahora esposo, quienes organizaron una colecta para adquirir mis prótesis, que son costosas. Se juntaron los fondos y di mis primeros pasos, primero con andadera, luego muletas y ahora camino en ocasiones sin muletas, a veces con y en distancias largas uso la silla de ruedas.
Desafortunadamente, tuve una mala experiencia, ya que el primer protesista que tuve, me colocó un pie que no era apto para mi edad ni tipo de movilidad, era como para un adulto mayor, así como las cuencas y materiales empleados me generaron contracturas musculares y una infección en la piel, todo a un costo alto. Al principio pensé que era normal tener que aguantar para poder caminar, pero al informarme, conocí más y gracias a la asociación Ampuvalia A.C. me orientaron y refirieron con una segunda opinión. Al final cambié de protesista y mi calidad de vida mejoró. Ahora la he apoyado como aliada en campañas de procuración de fondos de otras personas amputadas y he dado conferencias sobre mi testimonio.
Llevo cinco años con prótesis, al fin puedo decir que las domino y que mis problemas de piel y contracturas han sanado en su mayoría, pero apenas el año pasado logré adquirir un pie dinámico y atlético, gracias a que mi familia y yo emprendimos Tomatitas, un negocio familiar de comida, y vendimos delicias con causa.
¿Qué le dirías a alguien que desde hace poco se enfrenta a una situación similar a la tuya?
Al inicio me sentí sola, sin conocer a nadie que tuviera la misma discapacidad. Debo admitir que los primeros meses fueron los más difíciles para mí y mi familia. Le diría a una persona que acaba de adquirir la discapacidad que no es el fin, sino el inicio de una nueva etapa. Es un nuevo proceso y no está sola, somos 20 millones de personas con discapacidad en México si contamos a quienes declaran tener la discapacidad o alguna limitación, hay muchas fundaciones y que lo importante es formar comunidad.
¿Alguna vez has sufrido discriminación?
Primero me gustaría hablar de los comentarios capacitistas y barreras actitudinales, los cuales son muy frecuentes, traen una carga de estereotipos y son la antesala de la discriminación. Me han hecho comentarios sin conocerme como “por qué sales sola o sin alguien que te ayude”, “sigues siendo bonita a pesar de tu discapacidad”, en un bar el típico “te admiro que salgas de tu casa” o hasta han llorado por mí en la calle, diciendo que van a rezar por mi situación. Además de las miradas fijas, las múltiples veces en que se dirigen a mí como “va a pasar la silla”, así como el hecho de que la mayor parte de los espacios son inaccesibles.
Por ejemplo, recientemente fui a un club de natación que acaban de construir al lado de mi casa, yo nado y hago ejercicio regularmente. A pesar de avisarles que iría con mi silla de ruedas y prótesis, además de que ya me habían visto en persona al agendar la cita, fue notorio que no tenían ninguna capacitación sobre trato a personas con discapacidad.
Desde el inicio mi silla no pasaba por los torniquetes y no se les ocurría otras formas de apoyarme, una persona externa y yo les tuvimos que ayudar a doblar la silla para que pasara. Luego, me asignaron a una mujer paramédico para que me acompañara en el “tour” por unas instalaciones, en las que me di cuenta que son completamente inaccesibles, a pesar de que como construcción nueva debieron cumplir con la normativa de accesibilidad.
Para entrar a nadar me muevo en silla de ruedas y les pedí ayuda para cargar mi silla en los escalones, pero me decían que no podían ayudarme y me preguntaron que si no venía con alguien que me ayudara, a lo cual respondí que no necesito ir acompañada. Al final sí pude nadar, pero después de pedirles varias veces ayuda para cargar mi silla.
Me quejé internamente y me ofrecieron ir a su club “accesible”, el único de toda la cadena, pero queda lejos. Afortunadamente, ya encontré otra cadena que sí es accesible pero voy a dar seguimiento a lo que me pasó, para evitar que les pase a más personas.
¿Cuál es tu mayor objetivo como abogada?
Dejar una huella en favor de la diversidad y la inclusión, difundir información y lograr que más personas con discapacidad tengan oportunidades y los apoyos necesarios para desarrollarse.
¿Cuáles son los derechos de las personas con discapacidad y cómo pueden ejercerlos?
Los derechos de las personas con discapacidad son reconocidos por la Convención de las Personas con discapacidad de la ONU y por diversos tratados internacionales, así como por ley mexicana. Tenemos como toda persona, independientemente de nuestra discapacidad el derecho a la igualdad, acceso a la educación, al trabajo, al deporte y la recreación, entre muchos otros más. En especial, como persona con discapacidad, tenemos derecho a solicitar ajustes razonables, como, por ejemplo, que nos ayuden a cargar la silla de ruedas si no hay escalones para entrar a algún lugar.
¿Cuál es el mensaje que te gustaría gritarle al mundo?
Que la discapacidad no te hace valer menos y que es una cuestión de derechos, no es solo de favores o de caridad. Traemos mucha innovación a las organizaciones por nuestra forma de afrontar los retos, así que aportamos valor, lo cual trae beneficios para ambas partes.
¿Qué sientes cuando modelas?
Modelar me hace sentir que mando un mensaje al mundo de inclusión, sobre todo normalizando que todos los cuerpos son dignos de ser valorados. Lo veo como una revolución, ya que muchas veces como mujeres nos encontramos con ideales de belleza irreales y más aún como mujeres con discapacidad, así que es desafiar al sistema e innovar en la industria de los medios y la moda. En lo personal me ayuda a reforzar mi amor propio, que tanto me ha costado forjar a través de muchas terapias y me ayuda a mandar un mensaje de amor propio, sobre todo a las mujeres que tenemos tantas exigencias externas desde que somos pequeñas.
¿Sabías que?…
Las razones por las que las amputaciones son necesarias son diversas. Entre sus causas se encuentran: traumatismos, cáncer, diabetes (la más común en México) y enfermedades vasculares. Cifras oficiales indican que en México, el 60% de las amputaciones en niños y niñas son congénitas; y el 40 % de las amputaciones son adquiridas (por accidentes o enfermedades).
Por Karina González Fauerman | Fotografías por Giovanna Franyuti