¿Cómo son las fiestas de personas ciegas?

¡Alerta de Spoiler! Las fiestas organizadas por personas ciegas o con baja visión son como todas las demás fiestas y, a su vez, tan particulares como cualquier otra. No hay motivo para que sean distintas, aunque, claro, tienen sus cositas.

En mis años mozos, solía salir mucho con el “cieguerío” —así le decimos a nuestro grupo de amigos con discapacidad visual—, así que me siento calificado para platicarles sobre cómo son nuestras fiestas. En principio, nuestras reuniones no son exclusivas de personas con discapacidad visual (pcd visual). Usualmente hay familiares y amigos ‘normovisuales’, que es como llamamos a quienes no viven con nuestra condición.

Tampoco es extraño que asistan amigos con otras discapacidades o que formen parte de la comunidad LGBTTTI+, así que puedo asegurar que nuestras fiestas son de las más inclusivas que conozco.

Un aspecto clave es la forma de llegar a la reunión. Dependiendo de las posibilidades y habilidades de cada persona, podemos arribar solos, en auto de aplicación o usando el transporte público. Otras personas son llevadas por sus familiares, y en otros casos nos quedamos de ver en un punto varios compañeros para llegar juntos, del mismo modo que las demás personas.

Si el lugar es pequeño y somos pocas personas, reconocemos rápido los espacios clave, como el baño, el área de baile y, por supuesto, el lugar de la comida y bebida. Intentamos memorizar la ruta hacia nuestro lugar y que la música no sea ensordecedora para lograr comunicarnos y ser lo más independientes posible.

Cuando el lugar es grande y la afluencia multitudinaria, la movilidad se complica un poco. En la institución donde me rehabilité y luego fui instructor de pcd visual por más de ocho años, las posadas podían convocar sin problema a 300 personas o más.

En estos casos, la organización es muy importante. Algunas personas se dedican a repartir comida y bebida; otras se encargan de guiar a las personas a sus lugares o acompañarlas al baño. Son comunes los gritos de personas que buscan a alguien más, que intentan regresar a su lugar después de haber bailado una pieza, y la solidaridad de las personas normovisuales y con baja visión, que siempre están dispuestas a ayudar a quien lo necesita.

A lo largo de los años, he tenido experiencias geniales. No se imaginan a un grupo de más de 50 pcd visual bailando “Payaso del Rodeo”, todas dirigidas por una voz cantante que va diciendo: “¡Derecha, izquierda, atrás, al frente…!”. Aquello se puede convertir en un slam como los que se arman en un concierto de rock.

Claro que no todo es felicidad. No falta el mala copa, el que se queda dormido en el baño o, en mucho menor medida, alguna que otra riña. En mi caso, me resulta muy bochornoso cuando tengo que pedir a un amigo que me dé un raite al baño. No logro acostumbrarme a eso, pero es parte de aprender a vivir con discapacidad.

Recomendaciones para integrar a pcd visual en tus eventos

Si te encuentras en una fiesta o reunión donde asisten personas ciegas o con baja visión, tienes interés de incluirlas y no sabes qué hacer, aquí te van unos consejos:

1. No las ignores.

   Probablemente la pcd visual no sabrá cuándo estés cerca, así que toma la iniciativa: saluda, preséntate y platica como lo harías con alguien más.

2. Si tienes dudas, pregunta.

   La mayoría de las pcd visual no nos molestamos cuando nos preguntan si no vemos nada o vemos un poco, tampoco si nos preguntan el motivo de nuestra discapacidad. Por el contrario, demuestras interés y así das apertura a seguir conversando.

3. Olvida los prejuicios.

   A muchas pcd visual nos gusta bailar, cantar, participar en juegos y más; solo tienes que invitarnos. El talento de varios te sorprenderá.

4. No generalices.

   Como cualquier otra persona, no siempre estamos en nuestro mejor momento o aún estamos en el proceso de duelo. No juzgues a todas las pcd visual por una mala experiencia con alguien en particular.

5. Diviértete y sé feliz.

   En estos tiempos que corren, las problemáticas sociales son algo común, pero aún podemos disfrutar y expresar amor a nuestros seres queridos.

¡Felices fiestas!

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