Faltan conciencia social y empatía para eliminar estigmas sobre el TEA
Gerardo Gaya, presidente de Iluminemos de Azul, responde a expresiones del expresidente Vicente Fox sobre el autismo y le pide que tome conciencia de la importancia de que las personas públicas entiendan que se trata de una condición y no de una enfermedad.
14 de julio de 2021
Teresa Peón y Nava
Por Redacción Yo También
Esta semana, el expresidente Vicente Fox (2000-2006) utilizó su cuenta de Twitter para calificar el trabajo del actual gobierno federal, pero en su mensaje utilizó la palabra “autista” como una descalificación que molestó a distintas personas que saben de qué se trata el Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Una de ellas es Gerardo Gaya, presidente de la fundación Iluminemos de Azul y primer editor invitado de Yo También, quien no solo comentó en redes sociales el desafortunado comentario, por llamarle de algún modo, del ex presidente Fox, sino que le envió una carta que puedes leer aquí.
“No me ofendo como padre, ni como activista, simplemente no nos ayudan sus comentarios en nuestra desafortunada labor de tener que crear conciencia sobre una condición de vida invisible a los ojos”, escribe Gaya.
También le explica que considera “desafortunada” la labor que realizan como activistas en pro de los derechos de las personas con TEA porque lamentablemente la falta de conciencia social y de empatía, son una de las principales barreras que impiden la inclusión de todas las personas con alguna condición de vida.
Esto, aunado a los mitos y estigmas que hay alrededor del autismo, una condición que con la que viven al menos 1.2 millones de personas en México.
Te interesará: [Desmontando seis mitos sobre el Trastorno del Espectro Autista
](https://www.yotambien.mx/actualidad/desmontando-seis-mitos-sobre-el-trastorno-del-espectro-autista/)El presidente de Iluminemos de Azul también le recuerda a Fox que durante su presidencia, un grupo liderado por el mexicano Gilberto Rincón Gallardo logró la Convención sobre los Derechos de Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, que el gobierno mexicano ratificó en 2007.
El TEA, dice Gaya, “no es una enfermedad, que no requerimos de su compasión ni de su lástima, mas sí de comprensión y aceptación de la sociedad en general y sobre todo, de su responsabilidad con lo que representó para este país y la relevancia de sus palabras”.