En pandemia, la demencia también puede tratarse desde casa
Alzheimer México demostró que una emergencia sanitaria, como la provocada por el COVID-19, no es pretexto para que personas con esa condición dejen sus terapias. Aquí nos explica cómo pacientes con demencia siguen sus tratamientos desde casa.
11 de junio de 2021
Redacción Yo También
Por Monserrat Ortiz
La pandemia por COVID-19 no sólo impactó en el trabajo, la educación y en la socialización de las personas. También influyó en quienes viven con condiciones como Alzheimer y otros tipos de demencia, en sus familias y en la forma en que recibían atención especializada para mejorar su calidad de vida.
Yo también se acercó a Alzheimer México, para quien la pandemia no fue un pretexto que lo hiciera detener los tratamientos que ofrecía de forma presencial: la institución fundó la plataforma Alzheimer en Casa para ofrecer terapia especializada a través de las tecnologías y desde la comodidad de los hogares de sus pacientes.
“Buscamos llevar, de manera digital, algunas de las actividades que hacemos con nuestros beneficiarios en el día a día”, nos platica Dulce Sarai Vital Tovar, maestra en neuropsicología clínica y gerente de operaciones de Alzheimer México.
“Nuestro objetivo es seguir ofreciendo, ahora desde casa, un tratamiento integral a los pacientes con demencia. Y al decir integral, incluimos a las familias, por eso la plataforma también brinda atención a quienes cuidan de nuestros pacientes”, explica.
El plan de la plataforma ofrece a los pacientes sesiones en vivo, charlas con expertos, asesorías grupales, material descargable, un chat en tiempo real, talleres interactivos y sesiones grabadas a un precio accesible: 499 pesos por mes.
“Trabajamos con las habilidades que las personas aún conservan y esas mismas son las que mantenemos de manera funcional la mayor parte del tiempo posible”, explica la experta.
Familiares y cuidadores: los “brazos a distancia” de los terapeutas
En la plataforma de Alzheimer en Casa, los adultos mayores inscritos acceden a talleres de estimulación cognitiva, fisioterapia y actividades ocupacionales y lúdicas todos los días de la semana.
A primera hora del día, realizan actividad física con un fisioterapeuta que se conecta a través de la plataforma de videollamadas Zoom y les explica los ejercicios a realizar. También hacen actividades de relajación, baile y estiramientos.
“En este caso, el fisioterapeuta se apoya de la persona que está cuidando al paciente desde casa”, explica Dulce Tovar. “Ellos son nuestros brazos a distancia. El fisioterapeuta lo va guiando, hace los ejercicios junto con la persona, y si requieren apoyo, el familiar lo realiza de forma presencial”.
Parte importante de la estrategia a distancia, platica la neuropsicóloga, son precisamente los familiares, cuidadores y personas cercanas a los pacientes. Por ese motivo, el programa también incluye sesiones a distancia con ellos para explicarles cómo debe ser el cuidado de las personas con demencia desde casa.
“Más allá de que sea una sesión grabada o a distancia, lo que buscamos es que se siga teniendo la atención personalizada con las personas que están del otro lado”, añade. “Hacemos una charla con familiares una vez al mes para responderles sus dudas sobre el proceso de sus pacientes, sus cuidados y cómo ayudarles a mejorar su calidad de vida”.
Aunque se trata de personas de la tercera edad, en quienes la brecha digital podría ser grande, los pacientes de Alzheimer en Casa se han podido adaptar a las tecnologías de la información perfectamente bien gracias a sus familiares y cuidadores.
“Nos llevamos una grata sorpresa”, narra Vital Tovar. “Los familiares están más al pendientes de las personas y de manera indirecta capacitamos también al familiar, quienes ahora conocen más acerca de lo que pasa con sus pacientes y están más informados sobre sus padecimientos”.
El programa de Alzheimer en Casa atiende a adultos mayores con demencia, de entre 70 y 85 años de edad, y a sus familiares.
La experta recomienda a los pacientes con demencia tratarse a través de una terapia integral: los fármacos, por un lado, pero también los tratamientos que les ayuden a mejorar sus mentes, pensamiento y emociones. “Esto va a impactar en su autoestima, al sentirse más autónomos e integrarse en su actividad social. La terapia aporta a que la persona viva más años con una calidad de vida adecuada”.
Para tener presente
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia es un síndrome que se caracteriza por el deterioro de la función cognitiva, es decir, la capacidad que tenemos para procesar nuestros pensamientos. Actualmente, es una de las principales causas de discapacidad y dependencia a nivel mundial.
El Alzheimer es la forma más común de demencia y abarca entre un 60 y 70 por ciento de los casos en el mundo. En México, existen más de 350 mil personas con esa condición y cada año fallecen alrededor de 2 mil pacientes por la enfermedad, según el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN).
Las personas con demencia tienen un deterioro de su memoria, pensamiento, orientación, comprensión, cálculo, aprendizaje, lenguaje y juicio, mayor que quienes podrían vivir de forma menos acentuada el envejecimiento. La forma de demencia que se identifica como Alzheimer puede estar acompañada por el deterioro de las emociones y la motivación.