El impacto del color en las personas con Alzheimer

Las personas con Alzheimer se enfrentan a déficits visuales, incluida la discriminación del color, la percepción de la profundidad y la sensibilidad al contraste. Por esta razón, la neuropsicóloga clínica Dulce Saraí Tovar Vital recomienda que los pacientes con este deterioro cognitivo habiten espacios donde predominen los tonos relajantes y tranquilizadores.

“En una gama cromática básica se sugieren opciones más suaves (azul claro y verde); también se pueden incluir otras cálidas (crema, celeste, rosa pálido y miel). Conviene evitar aquellas estimulantes, entre ellas el rojo y amarillo que, aunque son denominadas como alegres, podrían llegar a ser molestas”, explica la también gerente de Operaciones de Alzheimer México I.A.P.

En el caso de las personas con esta demencia, la importancia del color interviene en algunas de sus actividades diarias más importantes, como la alimentación. Y es que, al generar mayor diferenciación de colores en la mesa (es decir, manteles neutros y platos de alto contraste), es posible que distingan visualmente cada elemento. Este mismo abordaje puede ser usado para distinguir la orilla y el mango de una taza.

“Al implementarlo en detalles, instrumentos de comida y espacios, el color se convierte en una herramienta que facilita la orientación, mejora la visibilidad del entorno y genera un sentimiento de tranquilidad y armonía”, precisa. 

Estímulo sensorial

De acuerdo con la geriatra Pamela Salcido, el Alzheimer produce pérdida neuronal en varias zonas del cerebro, sin embargo, en términos de color, el área afectada es la corteza visual, lo que ocasiona que los pacientes con esta enfermedad no tengan capacidad de visión cromática (especialmente del azul).

“Pueden experimentar deprivación (supresión de información al sistema nervioso central) sensorial que genera alteraciones en el pensamiento, concentración, orientación y les cuesta trabajo relajarse. Se les dificulta realizar actividades básicas de la vida diaria y mantener relaciones interpersonales.

“La presencia de ciertos matices puede estimular a este tipo de pacientes permitiéndoles experimentar satisfacción y confianza, además de disminuir tanto la irritabilidad como la ansiedad”.

El color, explica, es sensorial e individual, estimula o deprime, puede crear alegría o tristeza. Los tonos que están dentro de la gama fría (azul, verde y morado) se relacionan con tranquilidad, calma y pasividad. Los de gama caliente (rojo, naranja o amarillo) se asocian con vivacidad, movimiento, excitación, energía y entusiasmo.Para prevenir el Alzheimer, además de llevar una adecuada dieta alta en granos enteros, frutas y verduras, practicar ejercicio con regularidad, evitar el tabaco y tener una buena calidad de sueño, la experta recomienda hacer ejercicios de estimulación cognitiva como rompecabezas, sopa de letras y memoria, así como tai chi y yoga.

Conjunto de cuatro fotografías en las que se aprecian algunas de las terapias que tienen las y los pacientes de Alzheimer México. En la primera, la terapeuta y la paciente trabajan con guantes con texturas; en otra, están con unas macetas con plantas; en otra, hacen filas con piezas y cubos, y en la última arman rompecabezas de colores.

Seguridad y contención

La arquitecta Penélope de la Madrid, del despacho Ábaka Interiores, subraya que, al relacionarlos con la salud, los colores deben reflejar la respuesta o reacción que se espera de una persona. Hay algunos que transmiten paz y sanación, lo que a su vez repercute en bienestar físico.Las empresas de pinturas han empezado a tomar en cuenta estas sugerencias y, actualmente, en las tendencias de ComexTrends 2021, destacan dos paletas cromáticas: Sombra, integrada por matices que invitan a la instrospección, el aislamiento y la contención, y Flora, compuesta por tonos claros que expresan armonía y paz. 

Recomendaciones generales 

• Si tienes algún familiar con Alzheimer o vives con él o ella, puedes tomar en cuenta las siguientes recomendaciones: 

• Evita un ambiente cargado que pueda afectar la capacidad de concentración y generar efectos adversos como agitación, desorientación, confusión e incomodidad.

• Procura mantener una buena iluminación dentro del hogar que coincida con el ciclo de la luz natural diurna (las cortinas deben estar abiertas durante el día) a la nocturna. Esto ayuda a regular el ritmo circadiano y establece un patrón de sueño de calidad. 

• Elige modelos simples tanto en la tapicería de los muebles como en el diseño del suelo (sin líneas onduladas, rayas o cambios de color entre las habitaciones). 

• Retira alfombras; mejor instala piso antiderrapante y barandales. 

• Con el fin de prevenir caídas y golpes, distribuye de forma estratégica el mobiliario de tal forma que los espacios sean accesibles. 

• Personaliza los espacios con objetos familiares como plantas y cuadros (procura no moverlos de lugar para evitar desorientación). Esto genera un ambiente cálido, familiar y seguro. 

• Un baño próximo a la habitación y señalizaciones grandes son de gran utilidad.

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