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Amalia Ortuño.Amalia Ortuño.

Un tratamiento contra el dolor crónico: Amalia Ortuño, tricampeona mundial de crossfit, ya lo está probando

Amalia es la primera atleta de alto rendimiento en América Latina que recibe este novedoso tratamiento. Así cuenta su experiencia.

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7 de junio de 2024

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Redacción Yo También

Amalia Ortuño, una atleta costarricense que es tricampeona mundial de crossfit adaptado, se convirtió en la primera atleta de alto rendimiento de Latinoamérica en recibir un innovador tratamiento para el dolor crónico.

Conocido como DRG (Ganglio de la Raíz Dorsal, por sus siglas en español), este tratamiento consiste en un estimulador que se coloca en el espacio epidural para bloquear el estímulo doloroso que proviene de las raíces nerviosas, explicó el doctor Abraham Espinoza en una entrevista con el periódico La República.

Así, desde una app en su celular, Amalia puede ajustar la intensidad de la corriente de acuerdo al dolor que siente. 

Esta técnica, que cuenta con una avanzada tecnología de estimulación de micro voltaje continuo, ofrece una nueva esperanza para personas que sufren de dolores crónicos en áreas específicas del cuerpo.

De acuerdo con información publicada en ese diario, desde hace nueve años, Amalia Ortuño había tenido dolores intensos en sus extremidades inferiores provocados por una discapacidad neurológica.

“Ya habíamos probado varios tratamientos y no habíamos tenido éxito con ninguno, había perdido muchísima calidad de vida, es un dolor muy fuerte y que se siente como como que quema o como que electrocuta. Duele el viento, duele el roce de la ropa, entonces buscando opciones encontramos este tratamiento que es tan novedoso", explicó en entrevista al medio.

La operación, que duró cerca de cinco horas, consistió en la colocación de electrodos en el ganglio de la raíz dorsal, seguido por la implantación del dispositivo de estimulación. A pesar de la complejidad de la cirugía, Amalia se muestra positiva y optimista sobre los resultados.

“Estoy muy contenta con los resultados hasta ahora. Aunque todavía estamos en la etapa inicial de programación del dispositivo y experimentando algo de inflamación, ya he sentido una notable mejoría en mi calidad de vida. Este tratamiento no es una cura, pero me brinda la posibilidad de controlar el dolor crónico que he enfrentado durante tanto tiempo”, describió.

La decisión de Amalia de someterse a este tratamiento innovador no solo ofrece esperanza para su propia recuperación, sino que también destaca el avance de la medicina en Costa Rica, concluye La República.

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