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Doris García (a la izquierda) y su hija Prys (a la derecha) en una fotografía en blanco y negro.Doris García (a la izquierda) y su hija Prys (a la derecha) en una fotografía en blanco y negro.

“Siempre estuve segura de querer ser madre”: Doris sabía que podía tener hijos con discapacidad y nunca dudó de su deseo

Con papás sordos, Doris García Abenchunch conocía sobre el riesgo de convertirse en mamá. Hoy su hija Prys, con discapacidad auditiva, es su mayor inspiración

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10 de mayo de 2024

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Karina González Fauerman

Como hija de papás sordos y mamá de hija sorda, Doris García Abenchunch adoptó la Lengua de Señas Mexicana como su principal aliada para comunicarse con su familia. Al interpretar con las manos, muchas veces fue blanco de miradas que la incomodaban, sin embargo, con el tiempo comprendió que a las personas les ocasiona curiosidad.

Por sus antecedentes familiares, Doris sabía que podía tener hijos con discapacidad auditiva, pero esto no fue una limitante: siempre estuvo segura de querer ser madre y que iba necesitar mucho más compromiso.

Y así sucedió… cuando conoció el diagnóstico de Prys, se informó al máximo posible para llevarla a terapia y buscar los aparatos auditivos que ella necesitaba. Hoy tiene un implante coclear y su audición ha mejorado notablemente.

En entrevista para Yo También, Doris García, asesora inmobiliaria de 49 años, celebra este Día de las Madres el amor incondicional y admiración hacia su mamá y su hija Prys, quienes, asegura, son sus más grandes maestras.

Doris García abrazando a su hija Prys.

¿Cómo es para ti ser hija de papás sordos y mamá de hija sorda? ¿Cómo es vivir en un mundo en el que tú puedes oír y comunicarte sin problemas, pero tu familia no?

Crecí con padres sordos y para mí era una situación normal, ya que no me sentí diferente a los demás; sabía que mis papás eran sordos porque a veces nos necesitaban a mis hermanas y a mí como intérpretes pero eso no me hizo sentir distinta.

Cuando supe que mi hija Prys era una persona sorda, me dediqué a hacer todo lo mejor para ella: informarme, prepararme, llevarla a sus terapias, etc. Mi objetivo fue darle todas las herramientas para que ella se sintiera integrada en la sociedad, y sí, a veces frustrada, porque al final creo que nunca es 100% integrada, pero lo entiendo perfecto.  

¿Cuál es la mayor lección que te han enseñado tanto tus papás como tu hija?

Que el límite se lo pone uno mismo, que no hay mayor limitación que la que uno mismo se pone; mis padres y mi Prys son mi gran inspiración.

¿Alguna vez te sentiste juzgada o criticada por tu situación? De ser así, ¿cómo lo enfrentaste?

Sí, mis hermanas y yo nos enojábamos cuando notábamos que la gente en la calle nos veía mucho al comunicarnos en Lengua de Señas Mexicana con mis papás y abuelos. Pensábamos "¿qué nos ven?, no somos bichos raros", pero después entendí que es normal que cause curiosidad el ver que alguien se comunique a través de las manos, y lo comprendí todavía mejor cuando Prys decidió dar clases de Lengua de Señas Mexicana y me percaté de la gran cantidad de gente que quiere aprender. Hoy creo que esas miradas, que de chiquita me incomodaban, eran de admiración.

En el caso de mi hija, varias veces tuve que enfrentarme con profesores y directores académicos por diferentes situaciones. Increíblemente, una vez fue porque un profesor se burló por cómo decía una palabra, pero nunca dejé que pasara por alto una burla o comentario ofensivo. Me paraba en la escuela y los amenazaba; ahora que recuerdo todo lo que hice me da risa, pero qué bueno que nunca tuve miedo de enfrentarlos. 

Cuando te convertiste en mamá, ¿pensaste que tu hija se podría enfrentar a un problema de audición?

Sí, siempre supe que podía tener hijos sordos y siempre estuve segura de querer ser madre; no fue una limitante pero sabía que iba a necesitar mucho más compromiso.

Doris García (a la derecha) y su hija Prys (a la izquierda) en una fotografía de noche.

¿Cómo has impulsado a tu hija para que pueda escuchar?

Siempre busqué los aparatos auditivos que ella necesitaba, y en su momento si hubiera sido candidata al implante también hubiera visto la forma de acceder a ellos pero en el momento que recién empezaban los implantes en México el doctor nos dijo que Prys podía seguir con sus aparatos auditivos, ya que recibía muy buena ganancia por los restos auditivos que tenía.  Apenas se implantó hace cinco meses. Esto porque perdió restos auditivos y los aparatos ya no le daban ganancia auditiva.

¿Cuál es la mayor enseñanza que te gustaría inculcarle a tu hija?

Ahora ella es la que me inculca a no rendirme, a creer que todo lo que quiero lo puedo conseguir y a ser mejor cada día. Ella es mi maestra hoy.

¿Cómo aprendiste a comunicarte con tus papás y con tu hija?

Básicamente la Lengua de Señas Mexicana fue nuestra lengua materna

¿Cuál es el mayor reto de ser tú en tu familia?

El ser madre, el tener la bendición de haber tenido unos hijos con buenos sentimientos y educados como Prys, Andrés e Isabella, quienes son normoyentes.

¿Cómo podemos generar mayor conciencia y empatía hacia la población sorda?

Simplemente aceptando e integrando a alguna persona sorda; no necesitas hablar en lengua de señas, si no sabes, no pasa nada… a través de la mirada y de los actos puedes hacer sentir a alguien integrado, no importa si no platica, ya tendrá la confianza de hacerlo a su modo, sin presiones. No te incomodes

¿Qué te gustaría celebrar este Día de las Madres?

Que tengo la dicha de sentir el amor incondicional que mi madre sintió por cada uno de nosotros; hoy sé que ella lo siente por nosotras y eso me llena el alma.

¿Sabías que?

Más del 5% de la población mundial (430 millones de personas) vive con pérdida de audición discapacitante y requiere rehabilitación; entre ellos 34 millones de niños. Se estima que para 2050 esa cifra podría superar los 700 millones; es decir, una de cada diez personas.

La pérdida de audición discapacitante se refiere a una pérdida superior a 35 decibelios (dB) en el oído que oye mejor. Casi el 80% de las personas con este problema viven en países de ingresos bajos y medianos. La prevalencia de la pérdida de audición aumenta con la edad: entre los mayores de 60 años, más del 25% vive con pérdida de audición discapacitante.

Fuente: OMS

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