‘¿Puedes verme?’: una obra para hablar de las desapariciones, adaptada para niños y niñas con neurodivergencia
La obra de Valentina Sierra ahora está adaptada para que personas con condiciones como el autismo puedan disfrutarla y conocer sobre un fenómeno que ocurre en México.
24 de junio de 2024
Víctor Méndez
“Lo único que estaba prohibido era callar a alguien”, explica Valentina Sierra sobre ‘¿Puedes verme?’ y las funciones relajadas que tendrá para que niños y niñas de la neurodivergencia puedan disfrutar de esta obra de teatro.
La obra nos cuenta la historia de Bárbara, una niña de nueve años que comienza a desaparecer, y el viaje que esto provoca, donde conocerá a niñas y niños que le ayudarán a reaparecer a través de canciones, ruidos y rebeldía.
Está pensada directamente para la juventud, para niños y niñas, y para explicarles una triste realidad que ocurre en México: las desapariciones y las crisis que genera en las familias afectadas. Abordada desde lo trágico de este fenómeno, no olvida el público al que va dirigida e incluye dosis de humor.
"Las niñas y los niños se divierten, pero el público adulto se lleva un mensaje muy fuerte. Es una obra de teatro para que papás y mamás vayan, pero no se duerman durante su duración, y para decirle a niñas y niños 'esto existe, es parte de tu contexto'", detalla a Yo Tambien Sierra, dramaturga y directora de la obra que actualmente se presenta en el Teatro del Centro Cultural Helénico con funciones los sábados y domingos hasta el próximo 14 de julio.
'¿Puedes verme?' está presentada en teatro negro. Es decir, un tipo de representación hecha en un escenario a oscuras, pero con iluminación clave para crear juego de luces y sombras, resaltado por elementos del vestuario de actrices y actores, así como sonidos y otros elementos.
Elementos para el teatro inclusivo
Aquí hay muchas representaciones visuales, pero también música, percusiones, armonías y sobre todo, colores. Por todos estos elementos, Sierra la reconoce como una de sus obras más "incluyentes". Estos elementos, sumados a una experiencia personal, los llevaron a abrir las funciones relajadas que desde el pasado 14 de junio se realizan, pensadas para personas que vivan con autismo o sean parte de la neurodivergencia.
"Todo el mundo puede entrar. En la parte de arriba habilitamos el espacio para que tuviera luz todo el tiempo para quienes no pueden con el oscuro absoluto. Las puertas están abiertas para que puedan entrar y salir cuando lo necesiten, con un baño al ladito. Además, hay una sala de relajación con música relajante, pelotas y texturas por si necesitan desestresarse, descansar, y luego volver a entrar... o no, como ellos decidan", señala Sierra.
Valentina y todo el equipo de producción se animaron a que la obra tuviera funciones relajadas después de que el hijo de su pareja, un joven con autismo, asistiera a una función y la disfrutara enormemente. "Su atención normalmente es muy corta, pero de pronto acá se quedaba viendo los colores; no tuvo ningún problema con la luz, con la música, ya que al estar hecha con percusión corporal, no es estridente".
Además, aunque reconoció que tratan un tema violento, "no hay violencia en la obra; entonces es fácil de seguir; sentimos que para él fue una experiencia muy grata y quisimos que más personas pudieran experimentarla".
Un mensaje para las personas ‘neurotípicas’
Para la directora y dramaturga, este tipo de funciones son también un esfuerzo y un aviso para las personas ‘neurotípicas’ o que no viven con ninguna condición como el autismo: “los que se tienen que relajar son ustedes”, bromea.
“Ellos son quienes normalmente están buscando que las personas se comporten igual ‘Quiero que tú reacciones como yo, que guardes silencio y que no me estorbes ni dificultes mi comprensión’; tienen una idea del teatro solemne y sagrado que yo no comparto”, subraya Valentina.
Para ella, “el teatro es un juego, una manera de expresar” y deja muy en claro que eso no significa no tocar temas importantes, sino hacerlo desde un punto que le produzca gozo tanto a ella como al público que lo recibe.
En su primer fin de semana de funciones relajadas, "las niñas y niños se entregaron, gritaron, participaron y se rieron", recuerda con alegría Valentina. Por eso deja muy claro que está prohibido callar al de al lado, pero sobre todo, se dirige a las mamás, está prohibido callar a sus hijos. "Fue una de las funciones más padres que hemos dado esta temporada".
Tras esta experiencia, Valentina, que ya trabaja en su próxima obra y, afirma, "ya está en el horno", tiene ganas de hacerla inclusiva desde la fase de la escritura. Ha trabajado con colectivos de personas con discapacidad, con expertos y especialistas que le han abierto el panorama y le ayudan a "pensar en otro tipo de expresión, en un lenguaje nuevo".
‘¿Puedes verme?’ continuará sus funciones hasta el 14 de julio cada sábado y domingo en punto de las 13 horas. La entrada general cuesta 248 pesos, pero las personas neurodivergentes no pagan boleto, y sus cuidadores o acompañantes podrán disfrutar de un 2x1 para que también disfruten la función.
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