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Túnel con luces de color rojo proyectadas sobre grandes pedazos de tela que cuelgan alrededor de las paredes y el techo.Túnel con luces de color rojo proyectadas sobre grandes pedazos de tela que cuelgan alrededor de las paredes y el techo.

La experiencia inmersiva para sensibilizar sobre enfermedades mentales

Durante un recorrido por cuartos diseñados por pacientes psiquiátricos, “Dementia” busca despertar conciencia sobre la esquizofrenia, bipolaridad, depresión, ansiedad y paranoia.

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19 de enero de 2023

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Karina González Fauerman

Una casa de 1930 en la colonia Roma, que funcionó como hospital psiquiátrico, es hoy sede de “Dementia”, una experiencia inmersiva que busca darle visibilidad a las enfermedades mentales.

De acuerdo con Ulises Baldovinos, director y fundador de Casa Bach, colectivo artístico  multidisciplinario que organizó la propuesta, si bien en la actualidad se habla sobre temas raciales, socioeconómicos y de orientación sexual, poco se informa sobre las y los pacientes psiquiátricos.

“En México, durante la pandemia hubo un boom de casos de salud mental. Sin embargo, el gobierno federal recortó el 80 por ciento del apoyo a instituciones de salud pública. La representación y presencia de la salud mental está estigmatizada. Queremos normalizar y entender los temas de salud mental”,

explica Baldovinos, quien tiene TDH con autismo.

“Dementia”, subraya, consta de un recorrido por distintas habitaciones diseñadas en su totalidad por pacientes psiquiátricos con diagnósticos como depresión, ansiedad y esquizofrenia, entre otros.

A través de instalaciones eléctricas, placas de programación y música, recrearon atmósferas y sensaciones que reflejan diferentes condiciones mentales.

La experiencia, precisa, ha llegado a las personas correctas: una pareja, ella con esquizofrenia, TDH y trastorno límite de personalidad y él con ataques psicóticos, que se emocionó al verse representada. Asimismo, han asistido familias con suicidas y asociaciones de suicidiólogos.

“Nos han atacado muchas personas que no son neurodivergentes, que nos dicen que cómo podemos romantizar una situación mental, pero lo único que queremos es romper barreras, ya que alguien esquizofrénico, por ejemplo, también es humano, sensible y amoroso”. 

Experimenta, por un momento, una enfermedad mental

Un pasillo rodeado por vegetación como una analogía de la visión del túnel de los pacientes suicidas recibe a los visitantes a “Dementia”. A un lado, a la derecha, está el primer cuarto: se trata de una farmacia que rinde homenaje a un hospital psiquiátrico rodeado por cráneos y botellas de medicina (algunos con etiquetas de aceite de víbora o cocaína).

Posteriormente, se ingresa a un espacio blanco acolchonado diseñado por un joven de 14 años que presenta ataques psicóticos y pierde la noción espacio-tiempo, que no es apto para cardiacos ni con marcapasos, ni para personas con antecedentes de epilepsia fotosensible, ya que se proyectan luces estroboscópicas.  A través de música clásica estruendosa y líneas de colores con movimientos aleatorios, representa las alucinaciones que tuvo al estar en un ambiente privado de luz y sonido.

Otra habitación fue diseñada por una persona bipolar que mediante telas rojas colgantes simula la carga que experimenta en su vida. Dos cuartos más fueron diseñados por otra paciente con trastorno límite de la personalidad (TLP) y trastorno de la personalidad paranoide: uno equipado con televisores que emiten ruido blanco de forma ininterrumpida, mientras que en otro se aprecian espejos con imágenes referentes a la disociación y rostros que parecieran salir de las paredes y “perseguir” a quien la observa.

Con un papel tapiz que luce caras sonrientes deformadas que expresan una felicidad incompleta, una paciente con depresión conceptualizó esta enfermedad. Incorporó letreros transparentes que dicen “DESPIERTA” rellenos de cápsulas que enfatizan que estar deprimido va más allá de algunas frases trilladas como “échale ganas” o “no seas floja” y que se requiere de fármacos para tener control.

Más adelante hay una silla de terapia de shock que hace conciencia sobre cómo actualmente todavía es usada, pero con anestesia en pacientes que no reaccionan a tratamientos médicos para reactivar conexiones eléctricas a nivel neuronal.

“Dementia” finaliza con otro cuarto que aborda la esquizofrenia donde se escuchan voces y susurros intercalados, y uno más, dedicado a la ansiedad, en el cual el público camina por un laberinto opacado por humo y debe encontrar la salida.

“Queremos acercar poco a poco a la gente de una manera digerible lo que implica una condición de carácter mental, ya que vivimos con ella todos los días”, destacó Baldovinos.

¿Sabías que?

De acuerdo con la OMS, una de cada ocho personas en el mundo tiene alguna condición de salud mental.

Dementia

Casa Bash, Bajío 338, Roma Sur Martes a domingo- de 13 a 22 pm $250 estudiantes o Inapam (necesario mostrar credencial); general $350; miércoles 2x1, viernes $250 todos los boletos a precio de estudiante Abierta al público de febrero a mediados de marzo

Por Karina González Fauerman, texto y fotos.