El suplicio de abrir una cuenta bancaria como persona con discapacidad
Tras un recorrido por sucursales bancarias, YoTambién ubicó las trabas burocráticas que ponen los trabajadores bancarios ante una situación poco común, como es pretender abrir una cuenta al carecer de una firma o de la facultad para hablar.
2 de agosto de 2023
Julio Ramírez
Más allá de las barreras físicas que suele haber en la mayoría de los edificios y oficinas, en México la apertura de una cuenta bancaria para una persona con discapacidad puede requerir de varias horas más de lo que dura un proceso común, y este puede extenderse incluso semanas o hasta meses.
Un recorrido para solicitar información evidenció que los bancos están poco preparados para atender a una persona con discapacidad. Todos los trabajadores que fueron consultados al momento de llegar a la sucursal tuvieron que acudir con un supervisor para verificar la información.
YoTambién visitó sucursales de Banorte, BBVA, Citibanamex, Santander y HSBC de la avenida Paseo de la Reforma, una de las zonas más transitadas de la Ciudad de México. Se solicitó información para una supuesta persona con discapacidad que posteriormente acudiría a hacer el trámite a la sucursal.
En el supuesto planteado, se explicó que la persona con discapacidad estaba impedida para hablar y no podría emitir una firma, pues tenía deformidad en sus manos y sólo aparecía una “equis” en su credencial de elector. Los trabajadores bancarios mencionaron que este tipo de firma es algo relativamente común, pero para personas que no saben escribir.
La burocracia
La rotulación de la firma tendría que contar con la aprobación de un alto funcionario de la sucursal y deberá contar con una autorización en el sistema electrónico. Es decir, deberá tener el visto bueno de un alto funcionario fuera de la sucursal.
Una empleada de Santander confió que la apertura de este tipo de cuentas es un asunto muy delicado porque los delincuentes pueden utilizar los datos de las personas con discapacidad para hacer movimientos de lavado de dinero y, una vez descubiertas, “las pcd son inimputables ante la justicia porque es sencillo demostrar que no cometieron el delito”.
Los trabajadores bancarios ofrecieron una versión digital de las cuentas que dejan realizar movimientos por montos menores a 20 mil pesos al mes y se tramitan desde internet. Un problema que plantean es que este tipo de cuentas no permite el ingreso de más de esa cantidad de dinero.
La documentación que solicitan para la apertura de cuentas es credencial de elector (INE) y comprobante de domicilio; en algunos casos es necesario contar con un número de teléfono celular y correo electrónico.
‘Mejor vayan a otro banco’
En Citibanamex, le preguntamos a Angie que nos diera los requisitos para abrir una cuenta y nos invitó a acudir a otro banco.
“Aquí sólo podemos hacer un proceso de excepción pero tarda en que nos autoricen la cuenta hasta mes y medio. ¿Por qué? Porque nosotros abrimos cuentas sólo con el INE y si no nos pasan las huellas (digitales) pedimos una segunda identificación, por esa segunda identificación la cuenta se va a revisión y les hacen una verificación de domicilio y puede tardar hasta mes y medio en activarse la cuenta”, explicó la trabajadora de la sucursal de Reforma 265.
“A mí me gustaría que la aperturaran aquí pero luego les avisamos porque les afectamos por el tiempo, entonces, si gustas checar si en otro banco le aceptan la segunda identificación aparte del INE. ¿Qué otra identificación tiene? Me imagino que tiene la de discapacidad. Es que sí pedimos otra identificación, como credencial del IMSS o cartilla del IMSS”, explicó.
La trabajadora comentó otra posibilidad, que consistía en acudir con un notario público para el trámite de un poder notarial en favor de alguien más, de esa manera la persona con discapacidad no tendría que desplazarse a la sucursal.
“Aquí lo que convendría, mejor, es ante notario, que sea un representante del joven, y podría abrir la cuenta, pero sería con un notario, que alguien haga los trámites a nombre de él. Esa sería la opción, que se le asigne un poder. Sería mucho mejor”, expresó.
‘Vengan en una semana, no hemos leído los manuales’
En la sucursal de HSBC que está frente al Ángel de la Independencia, el trabajador Aram mencionó que es una situación muy poco común y que el banco tiene todo un protocolo para la apertura de este tipo de cuentas… pero nadie ha leído los manuales.
“Me parece que nosotros no tenemos ningún tipo de cuentas para gente con discapacidad. Lo que podríamos hacer sería que nos esperen una semana en lo que me leo todo el IT (manuales de tecnologías de la información) de apertura de cuentas para personas vulnerables, así les decimos nosotros a las personas mayores o discapacitados, y ver cómo te podríamos ayudar porque así no nos dejaría ahorita”, explicó el trabajador de HSBC.
Tras preguntar a su superior, mencionó que se tienen que respaldar los datos biométricos, como huellas digitales y reconocimiento de la cara, y revisar con cuidado el proceso de firma, ya que se planteó que la supuesta persona con discapacidad no podría rubricar y en su INE aparece una “equis”.
“Por lo que se complica tanto es porque tiene mucha seguridad. Tiene que firmar y al momento de firmar se le tiene que ver la cara que es él, se le toman las huellas que se validan con el INE, son muchas cosas que son como de seguridad. También en un futuro, temas de voz para el bloqueo de banca, el bloqueo de la cuenta”, explicó el funcionario.
‘No manejamos nada de biométricos’
En Banorte, la trabajadora Alma nos explicó que en definitiva si la persona con discapacidad no tiene cómo firmar es necesario que alguien más lo acompañe, pero es un proceso tardado que requiere de la autorización de superiores.
“No tenemos esa tecnología todavía, por eso es que otra persona firmaría a ruego. Sí necesitamos que a esa persona le pasen las huellas porque si no, pues no”, comentó.
Alma y otros funcionarios de esa sucursal de Banorte sobre Paseo de la Reforma indicaron que se podría hacer un intento para que los documentos “pasaran”, pero llevaría algo de tiempo.
“Si (la firma) es la que está registrada en el INE y pasa, nosotros no tenemos mayor problema, pero sinceramente esos son trámites largos. Lo hacemos sin problema y con todo el gusto del mundo, pero son muy tardados. Si son cantidades menores las que van a manejar te recomiendo más la Enlace Digital. Es muy fácil abrirla”, comentó la trabajadora al ofrecer el producto que se activó durante la pandemia y que permite hacer movimientos menores a 19 mil pesos mensuales.
En caso de acudir a sucursal para una cuenta con mayor capacidad, la trabajadora de Banorte fue muy insistente en que se revisara la correcta escritura de la dirección en la credencial de elector. Además, la persona con discapacidad tendría que contar con otra identificación oficial, como credencial del IMSS o un pasaporte.
“Y de la persona que firme a ruego, credencial de elector que tenga domicilio completo. Hay unas que omiten la calle. Si la omiten, entonces necesitamos comprobante de domicilio no mayor a 90 días, de agua, luz, teléfono, gas o predial”, expuso.
‘Se necesita a otro’
En BBVA ubicado frente al Ahuehuete en Paseo de la Reforma, los ejecutivos comentaron que era posible abrir la cuenta pero se tendrían que aportar los datos de otra persona, además de la pcd, para iniciar el trámite.
“Me dice mi director que no habría ningún problema. La persona que lo acompañe lo puede ayudar a firmar los documentos y el contrato que le piden. Igual para los biométricos nos van a pedir el reconocimiento facial. Nosotros lo asistimos y, si no, su familiar”, explicó un empleado identificado como Marco Antonio.
“El familiar también tendría que pasar por el proceso de reconocimiento facial”, apuntó.
Igualmente, el trabajador recomendó la apertura de una cuenta digital, que en el caso de BBVA permite hasta 22 mil pesos, en una cuenta en la que no se cobra por el manejo de cuenta y no es necesario tener un saldo mínimo.
“Si requiere una cuenta que no tiene límites de depósito, le piden 4 mil pesos”, explicó Marco Antonio.
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