Logotipo de Yo También
Jerry, el joven con autismo que se clasificó al Maratón de Boston.
Jerry, el joven con autismo que se clasificó al Maratón de Boston.

Jerry vive con autismo, ganó el maratón de CDMX y ahora necesita una visa para competir en Boston

En agosto del año pasado, Jerry participó en el maratón de la CDMX y ganó el pase para competir en Boston tras una peculiar historia. Pese al esfuerzo, a las donaciones y la ayuda de muchas personas, todavía le falta algo importante: la visa para poder viajar a Estados Unidos. Ésta es su historia.

Ícono de calendario

2 de abril de 2024

Ícono de autor

Víctor Méndez

En agosto del 2023, Gerardo ‘Jerry’ causó sensación y llegó a los titulares de varios medios del país cuando cruzó la meta del Maratón de la Ciudad de México (CDMX) con tenis disparejos. Uno de los suyos explotó mientras corría y después de pasar algunos metros así, alguien del público le ofreció prestarle su propio calzado. Gracias a eso logró terminar la carrera en el tiempo necesario para clasificar al Maratón de Boston. Ahora necesita su visa para llegar.

Gerardo Daniel Manzano Gutiérrez tiene 33 años y es ingeniero en Sistemas Computacionales. Trabaja en una consultoría financiera y durante su tiempo libre se dedica a correr, lo mueve su pasión por las carreras y los maratones. Fue diagnosticado con autismo en la edad adulta y nunca se imaginó viajar a otro país para participar en una competencia.

“Te voy a ser sincero: puede que no suceda”, dice Jerry, como le gusta que le digan, en entrevista con Yo También. Desde agosto, al terminar la carrera, comenzó su trámite para obtener una visa de turista para viajar a Estados Unidos, una tarea nada sencilla ya que la odisea comienza desde conseguir una de las escasas citas, tras la cual no se garantiza que puedas obtener el documento.

El 25 de octubre del año pasado, El Universal publicó una nota donde explican que, por ejemplo, en la CDMX habían citas disponibles hasta el 9 de febrero de 2026, es decir, tenías que esperar 848 días únicamente para comenzar el trámite, sin certezas de que te la aprobarán o no.

Ante esto, Jerry buscó alguna facilidad a través de su empresa para obtener la visa a tiempo y poder participar, sin que hasta ahora haya suerte. “El trámite comenzó desde ese momento, pero es muy tardado. Ya está asegurado mi número y mi lugar en el maratón”, solamente falta él.

Incluso cuenta que Adidas México se ofreció a pagar el viaje a Boston, con el avión y el hospedaje. “Pero siendo sincero hay posibilidad de que no se dé, ojalá que la visibilidad pueda ayudar”.

La historia que lo volvió ‘viral’

Ese maratón, el de agosto de 2023, fue la primera vez que participaba en uno en la Ciudad de México, una experiencia mágica para él, donde se sintió asombrado por la cercanía y calidez de los espectadores y el público en general. Público como Jesús, quien en aquella ocasión le gritó impulsivamente que si quería su tenis, sin pensar que Jerry le contestaría que sí.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por @j_villanor

A Jerry no le importó que el tenis prestado fuera dos o tres números más grandes que su pie. Todavía le faltaban 15 kilómetros y, aunque pensó continuar descalzo, sabía que no había forma de lograrlo. Así que aceptó. Jesús no sabía en ese momento que Jerry vivía con autismo o que estaba tratando de clasificar a Boston, sólo lo hizo por camaradería a otro corredor, ya que él mismo también disfruta de los maratones. Esa inclusión lo hizo sentirse acompañado.

“Esa experiencia me llevó a sentir la inclusión en el deporte, y no una hecha por comisión o por apoyar sólo por quedar bien, sino por la pasión por correr”, explica. Además, cree que el hecho de que sucediera en CDMX ayudó a que tuviera más impacto, ya que en Tampico, de donde es originario, tal vez no se hubiera vivido igual.

Jerry tuvo la oportunidad de agradecerle a Jesús cuando cruzó la meta. Y de devolverle su tenis. Jesús compartió la historia en su Instagram, donde ganó popularidad y terminó publicada en varios medios deportivos. Gracias a esto, pudieron llegar donativos a través de Growing 4 Inclusion e Iluminemos por el Autismo, quienes tenían la campaña activa ‘Kilómetros por el autismo’, donde buscaban fondos para financiar el entrenamiento y viaje de Jerry.

“Ese dinero ha servido para cubrir trámites de visado, inscribirme a carreras de preparación y temas de pasaporte”, cuenta Jerry. “Yo siempre he sido una persona de un nivel socioeconómico normal en México, para mí era impensado o imposible creer que iría a correr al Maratón de Boston”.

Para él, esta fue la verdadera sorpresa detrás del maratón. Ver cómo su historia se difundió y que pueda servir para que más personas con autismo o neurodivergentes vean el deporte  como una herramienta complementaria a sus terapias, una ruta que ayude en su desarrollo.

Autismo en la vida adulta

Jerry se enteró que vive dentro del Espectro Autista a los 28 años. Lo diagnosticaron con “autismo nivel 1 o de alto funcionamiento” luego de asistir con neurólogo, psicólogo y psiquiatra, quienes confirmaron el diagnóstico. 

Enterarse cuando ya era una persona adulta lo ayudó a darle sentido a cosas que en su niñez no parecían tan congruentes. “El no conocerse propicia muchas situaciones que se convierten en retos complicados. El tener esa certeza de una condición que deriva en rasgos específicos, entender que existen terapias para manejarlo, todo esto ayuda”, reconoce.

Para él, lo más difícil son las relaciones sociales. Le cuesta trabajo concentrarse cuando hay conversaciones entre varias personas en un mismo entorno o cuando tiene que llevar una charla con una sola persona de frente. Por eso su diagnóstico y las terapias le dieron las herramientas para crear hábitos con los que pueda desarrollarse más cómodamente y seguir creciendo en lo laboral.

“Hasta hace poco yo seguía incrédulo de mi condición. Fue complicado asimilarlo y desapegarme de ideas que venían de una crianza neurotípica que me hacen sentirme mal por no hacer cosas como los demás cuando no es mi caso”, explica.

Ahora sabe que esa imposibilidad de hacer ciertas actividades no son “un problema, sino una condición para la que existen terapias”. Aunque llegar a este punto de entendimiento consigo mismo no fue sencillo. Mucho tiempo vivió con depresión y ansiedad, “una consecuencia o daños colaterales o comorbilidades de vivir con autismo”.

Ahora trabaja preparándose mentalmente y creando estrategias que le den seguridad cuando realiza actividades que ya reconoce como complicadas. “Soy mucho de pensar las cosas un millón de veces antes de hacerlas. Sé que tendré retos y debo generar estrategias y ser inteligente. Es adaptarse igual que todos, pero de una forma más cansada”.

Consejos a futuro

Para Jerry es importante darle certeza a las personas más jóvenes, niños y niñas, sobre los retos del autismo y prepararlos lo mejor posible con herramientas para un desarrollo exitoso. “Esa es la parte fundamental. Es importante detectar el autismo desde temprana edad para que crezcan plenamente”.

Agradece que el internet sea una fuente de información importante, pero pide consumirla y tomarla con precaución y siempre acudir con un especialista para no caer en desinformación. Sabe que el autismo ahora tiene más difusión y es más aceptado, pero todavía falta mucho por hacer.

“Debemos ser más humanos. Ya tenemos suficientes dificultades como para todavía generar divisiones por prejuicios. Me parece lamentable que hoy en día en las redes sociales, que son un punto focal para jóvenes, haya tanta referencia al autismo de forma negativa y despectiva. Eso alimenta más a que niños y adultos podamos ser vistos de forma equivocada”.

Piensa y pone el ejemplo de su trabajo. Pese a los esfuerzos para que exista inclusión y adecuaciones para que él realice sus actividades de la mejor forma, la realidad es que es él quien se ha tenido que adaptar a las formas del empleo, y aunque ha tenido éxito, le gustaría que esto no fuera así.

“Desde las primeras etapas no existe ese tacto o esa inclusión. Las personas de Recursos Humanos en las empresas, a pesar de las ganas de ser inclusivas, no están debidamente preparados para un reclutamiento adecuado”, apunta. Explica que las entrevistas iniciales, desde donde desemboca el desarrollo laboral de las personas, no siempre están pensadas para todas las personas, lo que puede limitar su potencial de crecimiento.

“Una persona con autismo es alguien con intereses, pasiones particulares. Es una persona detallista, consciente de las situaciones a pesar de la influencia externa que pueda dictar algo distinto. Es alguien capaz, activo, interesante, con los mismos derechos de las demás personas”, finaliza.

Te interesa:

CDMX tendrá Caminata por el Autismo este fin de semana

Joven con autismo clasifica al Maratón de Boston gracias al tenis de un desconocido en CDMX

Aisoy1 Kik, un robot con inteligencia artificial que ayudaría a niños con autismo