Chicán, el “pueblo de sordos” que es un modelo de inclusión
Los habitantes de una comunidad maya de Yucatán crearon y hablan su propia lengua de señas, pese a que la población de personas con discapacidad auditiva es mínima.
14 de marzo de 2022
Teresa Peón y Nava
Por Redacción Yo También
Aun cuando Chicán (Chi’Kaan) es conocido gracias a los medios de comunicación como “el pueblo de los sordos”, en esta comunidad de Yucatán sólo 16 de sus 705 habitantes tienen una discapacidad auditivaEntonces, ¿de dónde viene la creencia de que se trata de un pueblo de personas sordas?
En realidad, ese nombramiento es un reconocimiento al modelo de inclusión que ellos viven: toda la comunidad se comunica de manera fluida en tres lenguas: español, maya y Lengua de Señas Maya Yucateca (LSMY).
Y no se trata de una moda. La LSMY surgió en 1930, cuando una mujer la creó para comunicarse con su hijo Teodoro Colli.
Teodoro, quien murió en enero de 2020, fue la primera persona sorda registrada en Chicán, parte del municipio de Tixmehuac, en el sur de Yucatán. La aportación de su familia fue decisiva para el modelo de inclusión que hoy impera en el lugar. Porque aunque la LSMY no es la única que representa a una comunidad indígena, dado que existe también la purépecha, en Michoacán, sí es la más documentada.
Hoy se sabe, por ejemplo, que una de las principales diferencias con la Lengua de Señas Mexicana (LSM) está en el movimiento. Mientras la LSM suele ser rígida con señas rectas, los hablantes de LSMY parecen dibujar en aire.
Para los habitantes de Chicán la inclusión es una práctica cotidiana, pero sus problemas inician cuando ponen un pie fuera de la población, donde la mayoría de las personas solo hablan español, no conocen el maya y mucho menos la LSMY.