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Niño anónimo que sufre bullying se encuentra en la sombra viendo a sus compañeros jugar.Niño anónimo que sufre bullying se encuentra en la sombra viendo a sus compañeros jugar.

Bullying y segregación: La dificultad de jóvenes sordos durante los años escolares

Varios testimonios de jóvenes estudiantes cuentan lo difícil que es para ellos pasar por la escuela cuando se vive acoso y exclusión de sus compañeros.

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22 de septiembre de 2023

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Redacción Yo También

Bullying, burlas, empujones y segregación: esto es parte de lo que viven los jóvenes sordos en el mundo durante su paso por la escuela. Pese a los trabajos o intentos de concientizar a la población, la mayoría de los lugares siguen sin ser realmente accesibles y eso combinado con la ignorancia resulta en discriminación para las personas con discapacidad. Tal es el caso de Javier Peña, un joven español.

Javier tiene 21 años y es una persona sorda. Para él, terminar la escuela fue todo un desafío debido al bullying que poco a poco fue subiendo de tono. “Había compañeros que se burlaban, que intentaban molestar a la gente sorda, ése era mi día a día”, menciona el joven en una entrevista con El País.

Bullying y segregación

Un momento que lo marcó fue en la primaria, cuando todo su salón realizó un collage con las fotografías de la clase y al final “rompieron las cuatro imágenes en las que estábamos las personas sordas”. El bullying subió de nivel en la secundaria, donde las personas los empujaban, hablaban mal de ellos o los segregaban en los juegos.

“A los cuatro chicos sordos y a mí nos encantaba el futbol. Los compañeros oyentes nos quitaban el balón y se lo iban pasando entre ellos. Se los pedíamos, pero no nos lo devolvían”. 

Además, señala que les hacían burla diciéndoles “sordomudos”, lo que para ellos resultaba ofensivo: “No somos mudos, nosotros sí tenemos voz”.

¿Qué se puede hacer?

“Las charlas sobre el acoso escolar ponen ejemplos muy generalistas y las personas sordas no se sienten identificadas. Eso hace que no se den cuenta de lo que está ocurriendo”, asegura la técnica de acoso escolar y juventud de la Confederación Estatal de Personas Sordas en España, Lucía Espejo.

Por esta razón, la juventud sorda y sus familias en ocasiones no identifican el acoso escolar ni saben cómo proceder o cómo ayudar a combatirlo. En una encuesta hacia los jóvenes*,* “80 por ciento dijo que sí estaba sufriendo bullying. Pero, después, cuando les preguntamos de qué manera lo afrontaban, el 90 por ciento dijo que no hacía nada porque no sabían dónde acudir”.

Una historia que se repite

Para madres y padres con hijos e hijas dentro de la comunidad sorda, las historias de acoso y segregación son, tristemente, comunes.

Victor Ionut es sordo y su hijo de siete años también lo es. Aunque el padre cuenta que las diferencias entre su pequeño y los niños oyentes aún no son visibles, siente la frustración de su hijo al hablar de la escuela: “Cuando le pregunto si ha tenido algún problema con sus compañeros, él me dice: ‘déjalo, no pasa nada’. Pero sé que hay algo detrás”.

Marisol Yllana, psicóloga y directora de la Asociación de Familias de Personas Sordas de Burgos, cuenta que una madre perteneciente a la asociación se percató de cómo excluían a su hija en una fiesta de cumpleaños: “Habían mandado una foto al grupo de padres de una fiesta en pijamas y su hija estaba aislada, sentada en una esquina”.

Señalan que en ocasiones, los más pequeños no saben cómo reaccionar o expresar la situación que pasan, así que lidian con ella en silencio, sumando un sentimiento de culpa por no querer dar preocupaciones a sus familias.

Un futuro mejor

Pese al constante acoso, Javier Peña decidió regresar a la escuela y continuar sus estudios. A la dificultad de la escuela se sumaba, para él, tener que convivir y lidiar a diario con quienes lo maltrataban*.*

“Estaba muy confundido, tenía muchísimo miedo y me agobiaba el futuro. No tenía ninguna esperanza de que fuese a tener una oportunidad”. 

Al final, el apoyo de sus padres, su hermana y la ayuda psicológica le fue muy útil. Tras estar en un “limbo” donde no sabía si seguir o no estudiando, logró encontrar motivación y ahora estudia Artes Gráficas. Pronto comenzará a estudiar Diseño Gráfico y espera abrir su propio estudio.

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