Arlo Tate, el niño que se convirtió en icono de inclusión en el modelaje

Arlo Tate es un ícono de la inclusión. En marzo de 2020, Arlo fue descubierto por una agencia de modelos diversa que quería contratarlo y desde entonces viaja a Praga, Londres y Manchester, donde le pagan 500 libras por sesión (alrededor de 10, 600 pesos mexicanos) para marcas de moda como marcas como Primark, Amazon y Schuh.

En una entrevista con el diario inglés The Mirror, su madre cuenta que, tras videos de broma que comenzaron en TikTok en pleno confinamiento por pandemia, de pronto recibió un mensaje de un buscador de talentos de una agencia de modelos, que Naomi inicialmente pensó que era una estafa. Pero cuando la cuenta principal verificada le envió un mensaje más tarde, se dio cuenta de que era real.

“Arlo ha superado todos los pronósticos para convertirse en modelo incluso antes de cumplir 10 años. Al principio pensé que era una estafa, pero es increíble verlo modelando para todas estas marcas importantes. Lo cuidan muy bien; cada trabajo que realiza es muy lujoso”, describe Naomi, su madre.

Ahora Arlo, a quien le encanta disfrutar de los deportes y actividades físicas, disfruta de su niñez y su incipiente carrera en el modelaje. 

“Lo llevamos a jugueterías y le dejamos elegir cómo gastar su salario. No le inquieta en absoluto que esté ganando todo ese dinero; simplemente le encanta hacer turismo y hacer cosas nuevas y amigos”, dice Naomi.

La mamá de Arlo dice que desde muy pequeño se adaptó a la prótesis, ya que le permitió caminar y usar zapatos. “En última instancia, tuve que pensar en ello: una prótesis le daría movilidad para toda la vida. Simplemente están reemplazando algo por algo que le sea útil”, recuerda.

El 6 de julio de 2016, cuando tenía un año, a Arlo le amputaron el pie derecho y continuó aprendiendo a caminar con sus prótesis. Naomi dice que no tuvo ninguna dificultad y se aferró a tantos deportes y clubes de carreras como le fue posible a medida que crecía.

Su mamá, Naomi, dice que caminar con una prótesis le fue increíblemente fácil, y dice que los amigos de Arlo ni siquiera sabían que tenía una discapacidad, ya que juega desde fútbol y ​​básquetbol hasta rugby con ellos.

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