Ni sus 'otros datos' lo salvan, AMLO FRACASÓ en los compromisos que hizo con las personas con discapacidad

Andrés Manuel López Obrador (AMLO) comienza este 1 de diciembre de 2023 sus últimos nueve meses  como presidente de México tras resultar ganador de las elecciones de 2018 (recuerde que es un año incompleto porque deja el poder antes: el 30 de septiembre, por una reforma hecha desde 2014). El próximo año se librará una nueva contienda electoral en la que las ahora precandidatas Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y el precandidato Samuel García harán todo tipo de compromisos para ganar el voto. 

En 2018, en plenas campañas presidenciales, los entonces candidatos AMLO, Ricardo Anaya, José Antonio Meade, Jaime Rodríguez Calderón y también la candidata independiente Margarita Zavala contestaron un cuestionario que les hicimos llegar en Yo También (que en ese entonces todavía no existía como sitio y fue publicado por Milenio). En el caso del actual presidente, nos lo hizo llegar su coordinadora de campaña, Tatiana Clouthier.

Fue el único documento, la única entrevista donde López Obrador contestó directamente sobre la discapacidad y sus planes para apoyar a las personas que viven con esta condición y sus familias (a quienes se refirió como “afectados colaterales”). Las preguntas y respuestas completas están en  “Más responsabilidad del Estado”: AMLO.

Es tiempo de corte de caja. ¿Qué dijo en ese entonces el mandatario y cuántos de sus compromisos cumplió?

Apoyo financiero a personas con discapacidad: Cumplido

Probablemente el programa social más famoso de este sexenio han sido las Pensiones para el Bienestar. Desde 2018, AMLO opinaba que la asistencia social era importante, “entendida como los servicios del Estado para garantizar los derechos de las personas en mayores circunstancias de vulnerabilidad social”. Ahí prometió una pensión “similar a la de los adultos mayores” para las personas con discapacidad (pcd).

En el 2019 comenzó el programa de Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, en un principio sin reglas de operación, que contempla un pago bimestral dos mil 950 pesos y beneficia a más de un millón 300 mil personas, de acuerdo con información del propio programa. 

Para este 2024 tiene un presupuesto de más de 27 mil 860 millones de pesos, como escribimos en “Esto propone AMLO en el presupuesto 2024 para personas con discapacidad”.  Es el quinto programa más importante dentro de los 15 prioritarios de esta administración, tan solo detrás de la “Pensión para Personas Adultas Mayores”, los diversos programas de becas, “Sembrando Vida” y “La Escuela Es Nuestra”. 

Este programa, junto con otros de transferencias directas, se elevaron a rango  constitucional y recientemente se comenzó a trabajar en la universalización de esta pensión con el apoyo de gobiernos estatales, lo cual no quiere decir que ya lleguen al número total de personas con discapacidad que hay en esos estados. 

Las entidades que forman parte del acuerdo de universalidad hasta ahora son: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Colima, Ciudad de México, Hidalgo, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Puebla, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.

Instituto de Atención a la Discapacidad: No cumplido

El entonces candidato habló en 2018 de la creación de un Instituto de Atención a la Discapacidad “que opere a nivel nacional como un organismo conjuntamente con la sociedad civil, que tenga la responsabilidad de organizar, administrar y supervisar” todo lo relacionado con las personas con discapacidad. La idea era que dejara de verse a esta comunidad como “un botín político”.

Sin embargo, este punto nunca se cumplió ni se concretó. No hubo Instituto y la institución encargada de trazar políticas públicas para las personas con discapacidad, el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis), quedó acéfalo y cada día más disminuido. En la práctica es hoy sólo una dirección de la secretaría de Bienestar. 

Incorporar a alguien con discapacidad a su gabinete: No cumplido

El ahora presidente de México dijo a Yo También que buscaría que una persona con discapacidad fuera directora o director general del Instituto de Atención a la Discapacidad. Dado que no se formó, el compromiso no se cumplió. 

Accesibilidad física y a la información: No cumplido 

Andrés Manuel sabía que la falta de accesibilidad era una barrera importante que impide a las personas con discapacidad participar activamente en la vida pública, pero que además entorpece su derecho a la información: 

“Mi gobierno considerará el desarrollo de una infraestructura que haga efectivos los canales de información pública en formatos contemplados… garantizado así el acceso de las PcD en el marco de mi gobierno”, contestó.

En materia de información también dijo que haría una “plataforma digital que proporcione la información inteligente, útil y actualizada que sirva al sector con discapacidad y a sus afectados colaterales” y que incluiría “relevo para personas sordas”.

¿Qué hemos visto? Aunque en su conferencia de las mañanas sí tiene intérpretes en Lengua de Señas mexicana, no es una práctica generalizada para todas sus comunicaciones, ni siquiera la de sus redes sociales donde hace anuncios importantes que no contienen este formato accesible. 

En su conferencia también constantemente utiliza videos (que no son descritos) o imágenes que tampoco son accesibles a las personas con discapacidad visual. En situaciones de emergencia como la pandemia o de manera más reciente, la destrucción provocada por el huracán Otis tampoco se ha comunicado en formatos accesibles.

https://twitter.com/lopezobrador_/status/1718677916131979677

Aunque la página oficial del Gobierno cuenta con herramientas de accesibilidad desde el sexenio pasado con las que no es necesario descargar ningún archivo, tiene un apartado con instrucciones para quien tenga dificultades navegando en el sitio, lo que indica claramente que no tiene accesibilidad plena. 

La plataforma digital con información útil y actualizada no se hizo. Tampoco un servicio de centro de relevo para personas sordas (una suerte de call center pero en video con intérpretes).

También prometió que “se supervisará que todos los edificios públicos, sean oficiales o del sector privado cuenten con accesibilidad”. Esto tampoco se ha hecho. Con excepciones, como el Centro Cultural Los Pinos, a cargo de la secretaría de Cultura,  que sí hizo un esfuerzo importante en el tema. 

Políticas públicas especializadas: No Cumplido 

El asistencialismo no resuelve los grandes retos de vivir con discapacidad en países que no sean completamente accesibles; también se debe trabajar en el ejercicio de derechos. Para esto, AMLO se había comprometido a ejecutar políticas públicas generales y focalizadas “impulsando el protagonismo de las pcd en los asuntos públicos de la nación”.

Este protagonismo no se ha visto. Tampoco políticas públicas especializadas por ningún lado. Todo se ha centrado en las Pensiones del Bienestar. 

En su texto hay varias referencias a ellas: financiamiento para pequeñas empresas hechas por pcd, una bolsa de trabajo especializada para coordinar esfuerzos con el sector empresarial, internet gratuito y capacitación para usar tecnología de la información, atención para eliminar violencias hacia mujeres con discapacidad. 

Quizás las únicas políticas públicas, si puede llamarse así, las logró el columnista de Yo También Daniel Robles Haro. Tras dos visitas a la Mañanera, hasta ahora, ha hecho propuestas que el presidente ha instruido que se cumplan:

1.  Cambiadores universales en la Ciudad de México y en el IMSS 

2. La creación en México de sillas de ruedas para personas con discapacidad motriz severa como él mismo y que comenzó a ver el mismo activista con María Elena Álvarez-Buylla, titular del Conahcyt.

3. La descripción de la comunicación aumentativa en libros de texto gratuitos, como la asistencia que usan algunas personas con discapacidad.

4. Una casa que el presidente donará a Daniel para que haga un centro para atender a jóvenes con discapacidad. 

Acceso a educación básica para niños y niñas con discapacidad y “educación continua en línea”: No cumplido 

Sobre el acceso a la educación y la escolarización, AMLO respondió de manera muy breve sobre la importancia de destacar la educación inclusiva. 

En este sentido, el mayor avance que se vio fue la inclusión de más términos y aspectos rodeando la discapacidad en los polémicos libros de texto gratuito de la SEP y gracias a Daniel Robles Haro. Lo  malo es que incluso ese material no ha llegado a todas las escuelas: los libros en macrotipo y braille no se han distribuido aún y ya estamos en diciembre.

¿Educación para todas las personas estudiantes con discapacidad? A cuatro años de una reforma importantísima que ‘garantizó’ en papel la educación inclusiva, en los últimos 13 años sólo se ha logrado aumentar 1.2 años la escolaridad. Tres de cada 10 personas con discapacidad son analfabetas en pleno siglo XXI. Todo está en una nota tomando cifras de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, Mejoredu. 

En cuanto a planteles e instituciones especiales para estudiantes con discapacidad, desde 2019 se vieron afectadas por el plan de austeridad.

Un ejemplo son los Centros de Atención para Estudiantes con Discapacidad (CAED), el único programa público para que pcd estudien a nivel media superior. Es programa piloto que nació en 2009 y que en 2019 tenía casi 28 mil estudiantes, sufrieron un recorte al inicio de este sexenio que dejó graves afectaciones en los más de 300 planteles.

Los CAED siempre han tenido que pelear por recursos, pero cada año han tenido cada vez menos. Han sido, como lo contamos en una nota desde 2019: “CAED: prioritarios sin presupuesto”. 

Tampoco hemos visto la “educación continua” en línea. De hecho, durante la pandemia, el programa “Aprende en Casa” excluyó, al no ser accesible en la enorme mayoría de sus programas, a alumnos y alumnas con discapacidad. 

Rehabilitación gratuita y seguridad social universal: No cumplido

López Obrador mencionó que “debe haber clínicas y hospitales públicos, desde primer nivel hasta en medicina especializada”, donde se proporcione gratuitamente cirugías, aparatos ortopédicos y prótesis necesarias para las “personas discapacitadas” (sic). También “establecer la seguridad social universal para discapacitados” donde “los medicamentos y servicios en consultorios deben ser gratuitos”  y “proporcionar una rehabilitación pertinente y gratuita”.

Seguridad social universal no hay. Sobre medicinas, muchos medios han documentado que faltan en todos lados y nosotras  también lo relatamos con respecto a personas con discapacidad psicosocial en “Ni más medicamentos ni más presupuesto para salud mental”.

Sobre rehabilitación, se hizo un acuerdo con Teletón en el 2021 para dar 20 mil becas para la rehabilitación de niños y niñas con discapacidad. Desde entonces se propuso la creación de un Teletón en Tlapa, Guerrero, que se acaba de inaugurar (aunque no pudo estar el presidente por protestas de los guerrerenses por el manejo de la emergencia tras el paso de ‘Otis’ por Acapulco).

Pero esta alianza con el Teletón tiene desde 2022 cifras dudosas como publicamos en Bienestar-Teletón, una alianza en la que las cifras no cuadran. También irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación, como escribió Bárbara Anderson en “Lo que nos debe el Teletón”. 

Además, el Teletón sólo atiende a niños, niñas y adolescentes con discapacidad motriz y con autismo y la obligación del estado es atender a todas las personas con discapacidad independiente de su edad o tipo de discapacidad.

Sobre esta alianza en otros tiempos imposible con el Teletón hay que subrayar un párrafo del cuestionario que respondió y que tomamos para el titular:

“Se asumió que con el simple hecho de hablar de personas con capacidades diferentes y construir ‘teletones` por todos lados se resolvería el problema, y la evidencia muestra que no es así, y que el Estado no puede renunciar a su responsabilidad de cumplir con los derechos humanos de todos, con especial énfasis y rapidez, a favor de quienes viven en mayores condiciones de desventaja y marginación”.

Apoyo a familias de personas con discapacidad: No cumplido

López Obrador señaló en 2018 que haría un proyecto en conjunto con el DIF, el “Inadis” (suponemos que se refería al Conadis) y la sociedad civil para que familias de personas con discapacidad tuvieran acceso a “guarderías, estancias, la capacitación, escuelas y otros especialmente para personas con discapacidad” para que no tuvieran que dejar sus empleos y pudieran seguir proveyendo recursos a sus familias.

Además de desaparecer las estancias infantiles de Desarrollo Social, quizá uno de los grandes proyectos que se trazó en el sexenio y no se hizo fue el “Sistema Nacional de Cuidados”. 

A pesar de que, como contamos en la nota “El primer paso hacia el Sistema nacional de cuidados ya se dio”, al votarse en la Constitución el derecho al cuidado el Sistema se quedó atorado en el Senado y no se hizo por diferencias de opiniones entre bancadas, de manera oficial, pero también por falta de recursos para realmente hacerlo.

Colaboración con la sociedad civil : No cumplido

Aunque no fue una promesa como tal, en el texto mandado por AMLO se menciona en cuatro ocasiones la colaboración con sociedad civil para varias cosas: como el trabajo desde el nunca nacido Instituto, o el trabajo para apoyar a familias que tienen integrantes con discapacidad. 

Una de estas referencias incluso citaba los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU y decía: “Además quiero asegurarles que vamos a estar trabajando con ustedes, conociendo el papel central de la sociedad civil en el progreso histórico de estos derechos”.

Esto no sucedió. Durante esta administración ha habido una crítica constante a la sociedad civil a quien ha llamado, incluso,  “instrumento de los conservadores”.  Y desde el 14 de febrero de 2019, en la Circular Uno, dirigida a “miembros del gabinete legal y ampliado” prohibió no dar recursos a ellas: “Hemos tomado la decisión de no transferir recursos del Presupuesto a ninguna organización social, sindical, civil o del movimiento ciudadano, con el propósito de terminar en definitiva con la intermediación que ha originado discrecionalidad, opacidad y corrupción”.

Un no definitivo que, paradójicamente, sólo ha sido roto con dos organizaciones de la sociedad civil que trabajan con temas de discapacidad: el Teletón y otra llamada  “ Los Ojos de Dios”, una casa hogar que está en Ciudad Juárez, Chihuahua. 

Sexenio con Pensiones y muy poco más.

Otra de las promesas de AMLO no cumplidas está en esta frase:  “Durante mi gobierno se promoverá el cambio de conciencia de la sociedad hacia las pcd transitando de una concepción de ‘carga social’ a ‘socialmente útiles’”.

Este cambio no se ha visto en el discurso oficial en lo absoluto ni tampoco en alguna política pública, como hubiera sido una campaña para la concientización sobre todos los  derechos. El presidente ayer y ahora, sigue diciendo seguido “discapacitados” o “personas con capacidades diferentes” y hablando en tono asistencial.

La última pregunta del cuestionario que hicimos en 2018 preguntaba a las personas candidatas cómo se imaginarían su vida si tuvieran una discapacidad. La respuesta de López Obrador fue contundente: “No hubiera podido estudiar. Mi proyecto de vida se habría visto truncado”.

Tras analizar mucho de lo hecho en este sexenio que tiene sólo nueve meses por delante, habría que decir que López Obrador no hizo lo necesario para marcar una diferencia de acceso a su máximo potencial entre lo que una persona con discapacidad vive hoy, en pleno siglo XXI,  y lo que imaginaba sería una realidad para él, quien nació en 1953.