Pablo Lecuona y su lucha para facilitar el acceso a los libros a las pcd

Su amor por la lectura llevó a Pablo Lecuona a convertirse en un activista; su lucha se centró en facilitar el acceso a los libros a las personas que viven con discapacidad visual. Esta es su historia.

Pablo nació en Buenos Aires en 1974, cuando cumplió dos años un oftalmólogo le diagnosticó una condición en la retina que lo haría perder el sentido de la vista de manera progresiva. 

Con el apoyo de sus padres y de la Asociación Argentina de Profesionales de la Discapacidad Visual, Pablo fue aprendiendo a adaptarse al cambio y a valerse por sí mismo; fue inscrito a la primaria y desde su adolescencia pudo llevar una vida independiente.

"Mis padres me dieron libertad para crecer. En mi adolescencia fui a la Patagonia y llevé mi bastón. Terminó siendo el bastón de todos porque mis amigos lo usaron para andar sobre las rocas", recordó para una charla con Infobae. 

¿Cómo nace Tiflolibros?

Pablo también estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires, donde fue evidente que el acceso a los libros tenía barreras para las personas con discapacidad, las cuales afectan su derecho a la educación y a tener mejores oportunidades de empleo. 

"En los años noventa, se aceptaba que algunos libros fueran grabados, pero eran muy pocos. Cuando empezamos a charlar con mis amigos, nos dimos cuenta que había un derecho de propiedad intelectual que respetar, pero que a la vez afectaba nuestro derecho a leer", señaló.

Pablo recuerda que él y sus amigos empezaron a construir Tiflolibros casi sin recursos, sólo movilizados por el interés y necesidades de las personas con discapacidad visual. Después tuvieron donaciones, hicieron acuerdos para realizar proyectos con diferentes instituciones y fueron reconocidos con siete premios internacionales por mejorar la vida de muchas pcd.

Así se convirtió en un activista, pues al fundar junto a sus amigos la primera biblioteca digital para personas con discapacidad visual de habla hispana, fue uno de los impulsores del Tratado de Marrakech, el cual permitió que ahora 34 mil libros estén grabados con voz humana en español y sean de fácil acceso para las pcd.

“Muchos años de pelear para que los libros lleguen a la gente”

Se trata de la primera biblioteca de internet pensada específicamente y disponible para personas de habla hispana que vivan con algún tipo de discapacidad visual o dislexia que impidan el acceso a la lectura. 

El objetivo del proyecto es extender el acceso a la lectura y la información aprovechando las nuevas tecnologías, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida y favorecer la autonomía de las personas con discapacidad visual.

“En Argentina había solo cinco mil títulos de libros grabados con voz humana. Tras el tratado de Marrakech, ahora hay 34 mil y habrá más en el futuro”, aseguró.

En 2016, Pablo viajó a Francia para recibir el Premio UNESCO/ Emir Jaber Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah para el Empoderamiento de Personas con Discapacidad, y al año siguiente fue reconocido con un galardón del Consorcio de Libros Accesibles (ABC) de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. 

“Fue todo un caminito. Muchos años de pelear y pelear para que los libros lleguen a la gente”, finalizó.

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